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Cientos de vecinos protestan en Huelva contra la inseguridad ciudadana

Unas 1.800 personas según la policía y 10.000 según los organizadores secundaron ayer la manifestación convocada por la Federación de Asociaciones de Vecinos Tartessos en la capital onubense para reclamar mayor seguridad ciudadana. Bajo el lema La seguridad es un derecho: Exigidlo, vecinos y comerciantes de la ciudad protestaron porque se sienten "olvidados" por las administraciones en materia de seguridad.

La Federación agrupa a 39 de las 42 asociaciones de vecinos de la ciudad. Este colectivo reclamó al Ayuntamiento onubense (PP) y a la Subdelegación del Gobierno central mayor presencia policial en los barrios.

El anuncio del incremento de la plantilla del Cuerpo Nacional de la Policía en 30 agentes más por parte del subdelegado en Huelva, Manuel Bago, el pasado 24 de octubre, no impidió que los vecinos se echaran ayer a la calle.

En la protesta, que partió a las 18.30 de la rotonda del Papa en la Avenida de Andalucía, participaron también dirigentes políticos del PSOE y de IU, de los sindicatos UGT y CC OO y del sector del taxi, uno de los más afectados por el vandalismo en la ciudad, entre otros.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Huelva, Francisco Moro, señaló por la mañana que no había "justificación alguna para convocar la manifestación". "Todos los compromisos con los vecinos se están cumpliendo y la Policía Local está dando resultado. Huelva es una de las ciudades más seguras de Andalucía, no hay motivo para manifestarse", indicó. La marcha finalizó a las 20.00 en la céntrica Plaza de las Monjas, donde se leyó un manifiesto que reivindicó la seguridad como derecho.

Por su parte, Mar García, una vecina de la Orden, la barriada más populosa de la ciudad, afirmó durante la manifestación: "Lo lamentable es que tú luches porque tu barriada esté cada día mejor y haya algunos golfos que quieran echar por tierra tu esfuerzo. Lo triste es que llames a la policía por alguna incidencia y no acuda". Juan del Pino, vecino de Marismas del Odiel, una de las barriadas más deprimidas de la ciudad, expresó que existe miedo a salir a la calle: "Hay una dejadez de funciones por parte de las administraciones. Los vándalos campan a sus anchas".

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