Unió aspira a romper la hegemonía socialista
"En Unió aspiramos a tener el cabeza de lista de Girona, ha llegado el momento en que deben dejarnos probar a nosotros". Quien así se expresa es el propio candidato del partido democristiano a la alcaldía de Girona, Jordi Fàbrega, un ingeniero técnico agrícola de 48 años que encabeza la polémica candidatura de Unió en esta ciudad, la primera que se presenta para las próximas elecciones municipales. La anterior candidata, la convergente Zoila Riera, ha renunciado a repetir.
La presentación de la lista, que incluye los 24 nombres que exige la ley electoral, ha caído como un jarro de agua fría en sus socios de la federación nacionalista de Convergència i Unió. Fuentes de la formación democristiana aseguran que la presentación de la lista no es ninguna amenaza a CDC. "Simplemente nos hacía ilusión ser los primeros", afirman.
No obstante, la federación local de Convergència no comparte esa ilusión. Sus dirigentes han interpretado la presentación de la lista como un amago de ruptura y, despechados, han llegado a afirmar que la decisión de Unió de ir por su cuenta es la más inteligente que podían tomar. En las filas de CDC se afirma que Unió no tiene posibilidades de colar a su candidato, pero "si empiezan pronto a tirar de la cuerda, quizá consigan llenar algún agujero más en la lista de la coalición".
Un destacado dirigente comarcal quita hierro a la polémica y asegura que es "el tira y afloja de cada periodo electoral". Fàbrega recuerda que en la federación ya ha desaparecido el "famoso 25%" de cuota que se atribuía a Unió y ahora se trata de buscar a los mejores candidatos.
El candidato de Unió rechaza que los cabezas de lista se escojan desde Barcelona en función de los equilibrios con otras localidades. "No debe haber cambio de cromos", alerta. Por su parte, el portavoz de CiU en el Parlament, Felip Puig, ha tranquilizado a los convergentes gerundenses asegurando que el cabeza de lista no puede ser de Unió porque no es el partido más fuerte de la federación.
Sea una declaración de intenciones o un farol, lo cierto es que miembros de Unió Democràtica de Girona insinúan que se han dado pasos para registrar un nuevo partido -Units per Girona- por si es necesario presentarse en solitario. En caso de que no se pudiera llegar a la lista conjunta, ni CDC ni UDC podrían usar el nombre de Convergència i Unió. "Estoy convencido de que Unió, como partido, no ha dado ningún paso en el sentido de registrar ese nuevo partido, aunque no puedo asegurar que algún grupo de militantes no lo haya hecho a título personal", asegura Fàbrega.
"No somos partidarios de que CDC presente a una patum, que quizás será muy conocida pero tendrá más de 60 años, sino a alguien con disponibilidad e ilusión", dice Fàbrega, que no piensa que la imposibilidad de CiU de llegar hasta ahora al gobierno del Ayuntamiento en Girona se deba a su incompetencia, sino al hecho de haber tenido enfrente a un alcalde tan carismático como Joaquim Nadal.
A pesar de que el pacto de la federación apremia a tener los cabezas de lista decididos antes de fin de año, de momento no hay en Girona reuniones previstas entre los dos partidos. Pero seguramente tendrá que ser Convergència la que ceda, a tenor de lo hablado el pasado lunes en la ejecutiva de CiU. Un dirigente de CDC afirmó, con relación a sus compañeros de Girona: "Que se la envainen".
