Tura pide a los manifestantes que eviten los incidentes en la cumbre

"Por pedir que no quede, pero ante la experiencia de celebraciones anteriores, estaría bien que algunos manifestantes aparcasen las botellas de vidrio y el material pirotécnico". Con esta claridad se expresó ayer la consejera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, durante la presentación, con el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, del dispositivo de seguridad con motivo de la Cumbre Euromediterránea, que se celebrará en Barcelona los próximos días 27 y 28.

"Se debe reflexionar sobre el derecho de manifestación y, por si acaso alguien lo pensara, estaría bien que por una vez la gente se explicara sin violencia", añadió Tura, antes de informar de que para el domingo 27 están previstas seis concentraciones o manifestaciones en la ciudad. Todas ellas han sido comunicadas a la Generalitat con la antelación (más de 10 días) que marca la ley, pero formalmente ninguna ha sido aún autorizada.

El beneplácito o la denegación oficial se producirá en los próximos días, después de que se concrete el recorrido de algunas de las marchas. Las manifestaciones están previstas para las 12.00 y las 16.00 horas. El itinerario de la primera parte de la plaza de Catalunya y finaliza en el Pla de Palau, frente a la Delegación del Gobierno. La otra empezará frente a la Dirección General de Seguridad Ciudadana de la Generalitat, en el paseo de Pujades, y acabará en la avenida Diagonal, junto al recinto del Fórum.Las dos manifestaciones han sido convocadas por las mismas entidades: la Red del Consumo Solidario, la del Observatorio de la Deuda en la Globalización, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, la entidad Recursos de Animación Intercultural, EUiA y las juventudes de Esquerra Verda.

Del mismo modo, para el domingo 27 se han convocado cuatro concentraciones. Dos de ellas las impulsan entidades marroquíes frente al Centro de Convenciones Internacional de Barcelona, en el que se celebrará la cumbre, y frente a uno de los hoteles cercanos donde se alojarán los mandatarios de los 44 países que asistirán al encuentro. Otras dos concentraciones, probablemente ajenas a la cumbre, han sido convocadas por la Asociación Juventud y Deporte, en la plaza de Catalunya, y la entidad Convivència i Pau, en la calle de Puigcerdà, cerca de la zona del Fórum.

Sin preocupación especial

El delegado del Gobierno y la consejera coincidieron en que no existe ninguna información que preocupe especialmente a los cuerpos policiales, lo que no quiere decir, precisaron, que la cita de Barcelona no atraiga a grupos de jóvenes, muchos de ellos extranjeros, que aprovechan estos encuentros de gran resonancia para tomar la calle. "Esperamos que las delegaciones europeas se vayan con la sensación de lo que somos: una ciudad abierta y acogedora", dijo Tura.

Joan Rangel explicó que el dispositivo policial de seguridad que se movilizará estará formado finalmente por 5.539 agentes, de los que 2.200 serán mossos; 1.700, agentes del Cuerpo Nacional de Policía; 1.139, guardias civiles, y 500, agentes de la Guardia Urbana de Barcelona. A ellos hay que sumar los 1.300 mossos de las patrullas de seguridad ciudadana que trabajarán aquel día.

Con motivo de la cumbre se ha suspendido la aplicación del Tratado de Schengen, con lo que se establecerán controles en todos los puntos fronterizos de España con Francia, así como en el aeropuerto y el puerto de Barcelona, los aeropuertos de Girona y Reus, y el puerto de Tarragona.

Rangel explicó también que el dispositivo pretende causar las menores molestias posibles a los ciudadanos. En cuanto al tráfico de la ciudad, se habilitará un carril especial en la Ronda Litoral, pero no se interrumpirá la circulación. Tampoco se espera que en el aeropuerto de El Prat se produzcan restricciones derivadas del encuentro.