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Portugal plantea reducir y aplazar la alta velocidad con España

El Gobierno socialista da prioridad a las líneas Oporto-Lisboa y Lisboa-Madrid

El Gobierno portugués prepara un nuevo plan de ferrocarriles de alta velocidad que reduciría de cinco a dos las líneas previstas en los acuerdos anteriores con España. Las vías prioritarias son Madrid-Lisboa y Lisboa-Oporto, según anunció ayer en el Parlamento el ministro de Transportes, Mario Lino, que no quiso dar fechas. Un portavoz del Gobierno dijo a EL PAÍS que las líneas Oporto-Vigo, Faro-Huelva y Aveiro-Salamanca son ahora "secundarias".

Los nuevos planes, que el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones anunciará oficialmente en noviembre, "antes de o, quizá, durante" la Cumbre Ibérica de los días 18 y 19 en Évora, descartan de momento la realización de tres de las cuatro líneas de alta velocidad que en 2003 acordaron realizar los Gobiernos de Aznar y Durao Barroso.

Las líneas Oporto-Vigo, Aveiro-Salamanca y Faro-Huelva, que fueron acordadas en la Cumbre Ibérica de Figueira da Foz y ratificadas luego en la reunión bilateral de Santiago de Compostela, quedarían de momento en suspenso porque para el Gobierno portugués "no son ahora prioritarias", según confirmó ayer a este diario un portavoz del Gobierno.

El Gobierno Sócrates ya había dado estas semanas pasadas señales de que aquel acuerdo, definido alguna vez como "megalómano" desde fuentes oficiales, no es realista ni factible en una coyuntura de crisis y ajuste como la que vive ahora Portugal. La portavoz del ministerio no quiso aclarar si esas líneas serán aplazadas o suspendidas, y se remitió al anuncio oficial del calendario.

El nuevo proyecto de Alta Velocidad, según Público, se dará a conocer cuando el Ejecutivo anuncie sus planes para dotar a Lisboa de un nuevo aeropuerto, situado en la localidad de Ota, 40 kilómetros al norte de la capital, donde se pretende invertir unos 3.000 millones de euros para que entre en funcionamiento en 2017. Ota tendría la primera de las cuatro paradas del tren de alta velocidad que una a las dos grandes ciudades portuguesas, Lisboa y Oporto. Las otras serían Coimbra y Aveiro.

Los nuevos planes contemplan también, según Público, un retraso mínimo de cinco años para la entrada en servicio de las líneas Lisboa-Madrid y Oporto-Lisboa. Eso situaría en 2015 el inicio de la actividad del TAV, cuando lo que se acordó en 2003 es que estaría disponible en 2010. La diputada Ana Pastor, del PP, pidió ayer alGobienro español que haga gestiones para que no se suspenda la línea Oporto-Vigo.

[Por otra parte, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), empresa pública dependiente de Fomento que se encarga de la gestión de la red ferroviaria, adjudicó ayer contratos por 827,4 millones de euros para las nuevas líneas de alta velocidad (AVE). La línea Madrid-Valencia ha sido la más beneficiada en la decisión tomada por el consejo de administración, ya que recibirá el 55% del total de las adjudicaciones (459,1 millones)].

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