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Los socialistas alaveses abortan el proceso de fusión de las tres cajas vascas

La fractura política impide la operación impulsada por los presidentes de BBK, Kutxa y Vital

La fusión de las cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital) volvió al cajón de los proyectos pendientes en el País Vasco. El Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE) abortó ayer un proyecto que pusieron en marcha hace dos meses los presidentes de las tres cajas: Gregorio Rojo (Vital), Xabier de Irala (BBK) y Carlos Etxepare (Kutxa). La integración de las cajas es una vieja aspiración del Gobierno vasco, que de nuevo se chocó con la realidad política. La negativa de los socialistas, que, tras apoyar el proyecto, ayer lo retiraron sin fecha, se suma a la anunciada desde el inicio por el PP.

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Desde el inicio del proceso de fusión de las cajas vascas el pasado julio, los tres presidentes lo plantearon como una oportunidad de crecimiento para poder acompañar a los grandes clientes y empresas, así como para enfrentarse a los nuevos desafíos de los mercados financieros, que exigen más tamaño para hacer frente a los riesgos. La fusión suponía la creación de la tercera caja de ahorros del España por beneficios y patrimonio y la quinta por balance consolidado y por número de empleados.

Ayer el proyecto quedó roto. Los socialistas pasaron dos meses amagando con la posibilidad de prescindir del Partido Popular, que se opuso radicalmenete desde el principio. La suma de los votos de los sindicatos, los impositores, los empleados y el resto de los partidos les hubiera permitido impulsar la fusión en Caja Vital sin el PP. Al final, los socialistas han dado marcha atrás, pero dejó una puerta abierta a reanudar el proceso en el futuro.

El portavoz socialista alavés, Juan Carlos Prieto, justificó ayer la decisión en "una situación de división política y ciudadana no deseable". Prieto culpó al PNV y al PP. Al primero por hacer del proyecto de integración de las tres cajas un instrumento de confrontación política, y al segundo por añadir connotaciones políticas que han llevado el debate "al terreno del nacionalismo".

Un proceso en secreto

Los presidentes habían transmitido a la sociedad vasca que la fusión estaba por encima de la política, incluso por encima de los partidos que les auparon a sus puestos: el PNV a Irala y a Etxepare y el PP y el PSE-EE a Gregorio Rojo (hermano del presidente del Senado, Javier Rojo). Los tres llevaron el proceso en secreto, de espaldas a sus consejos y a los partidos que los ocupan mayoritariamente. Encargaron un estudio de viabilidad a los asesores fiscales Landwell y la consultora PriceWaterhouseCoopers. Primero lo presentaron al Banco de España, al Ministerio de Economía y a la CNMV, después iniciaron una ronda con los partidos.

Irala y Rojo se convirtieron en piezas clave del proyecto. El presidente de BBK utilizó sus viejos contactos en Madrid, de la etapa en que presidió Iberia, para facilitar el proceso. Se entrevistó con el presidente del PP, Mariano Rajoy, y con el responsable de Asuntos Económicos de este partido, Miguel Arias Cañete, y les convenció de las bondades del proyecto; aunque delegaron en el PP vasco. La campaña de captación de apoyos, con el objetivo de dejar al PP solo en su negativa, continuó en Euskadi.

El último respaldo llegó el pasado jueves de la patronal vasca, Confebask. A Gregorio Rojo le tocó la tarea más difícil. Debía convencer al PP alavés, sus aliados en la plataforma por la pluralidad que le llevó hasta la presidencia de la Vital. Sin embargo, desde el primer día los populares en Euskadi dijeron que no. Plantearon el proyecto como una sumisión de Álava a los intereses del PNV y del Gobierno vasco. Reiteraron desde la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, principales entidades fundadoras de la Vital su negativa.

Periódicamente recordaban a Rojo su promesa de no impulsar la fusión sin el consenso de los populares. Incluso la pasada semana se creó en Álava una plataforma ciudadana en defensa de la Vital. Los socialistas alaveses quizá han valorado negativamente el peso que podía tener este argumento en las elecciones municipales de mayo de 2007.

El PP aseguró que su apuesta era la colaboración entre las cajas de ahorros, pero no la integración. Dijo que no había ningún argumento de peso que la hiciera necesaria.

El Gobierno vasco (PNV, EA y EB) mostró su apoyo al proyecto y afirmó, otra vez, que era una operación financiera y empresarial. Ayer, la portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, mostró su "extrañeza" por la intervención de los socialistas.

El portavoz del PSE en Álava, Juan Carlos Prieto, anuncia el veto a la fusión de las cajas vascas.
El portavoz del PSE en Álava, Juan Carlos Prieto, anuncia el veto a la fusión de las cajas vascas.

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