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Los Serratosa ganan 670 millones con la venta del 21% de Gamesa

Citigroup colocará las acciones entre "inversores cualificados"

Nefinsa, la cabecera del grupo industrial de la familia Serratosa, anunció ayer la venta del 21,28% del capital que ostentaba en la Corporación Tecnológica Gamesa a "inversores cualificados" a través de Citigroup, según una nota remitida a la Comisión de Valores. La cotización de Gamesa se suspendió a las 16.00 a 13,87 euros por acción, un 2% por encima del valor que alcanzó el pasado viernes, y que elevaba el precio de la participación de Nefinsa a 718 millones de euros, lo que reporta una plusvalía de 670 millones.

Nefinsa evitó precisar detalles sobre la operación, cuyo cierre definitivo tenía previsto anunciar a última hora de la tarde.

La familia Serratosa compró un 30% del capital de Gamesa Energía en 1998 por algo más de 45 millones de euros (entonces 7.500 millones de pesetas) y canjeó íntegra su participación en la actual Corporación Tecnológica Gamesa cuando la sociedad salió a Bolsa en 2000, lo que arroja unas plusvalías en torno a los 670 millones de euros.

La Corporación IBV, cuya propiedad comparten al 50% Iberdrola y BBVA, es el accionista mayoritario de Gamesa con un 31,38% del capital. La familia Serratosa se mantenía como segundo accionista a través de Nefinsa. Retos Operativos XXI, propiedad de José Luis Aguirre, uno de los fundadores de Gamesa en 1986, mantiene un 2,7%. El restante 44,3%, flota en Bolsa.

La operación y el calibre de las plusvalías obtenidas responde al más puro estilo Serratosa, una familia que fundó Nefinsa para gestionar las plusvalías obtenidas por la venta de Valenciana de Cementos a la mexicana Cemex en 1992.

Nefinsa apostó desde sus orígenes por invertir en actividades industriales con alto potencial de desarrollo, pero nunca ha tenido reparo en desprenderse de negocios que no aportan lo esperado.

Apuestas

Fundaron Nefitel, una apuesta por los servicios profesionales a través de telefonía móvil; tomaron una participación en Colebega, la embotelladora de Coca-Cola; o en Besfesa, del grupo Abengoa, para gestionar un vertedero especializado en las minas de Río Tinto. Y se desprendió de todos esos negocios sin vacilar.

Nefinsa concentró sus negocios en Air Nostrum, Gamesa y Uralita desde 2002. La familia Serratosa controla prácticamente la totalidad del capital de Air Nostrum, la compañía de aviación regional que opera bajo bandera de Iberia y cubre rutas que no resultan rentables a la gran empresa aérea.

También controlan el 46% de Uralita tras cerrar con éxito, por primera vez en España, una OPA hostil lanzada sobre la compañía de materiales de construcción Uralita en 2002.

Gamesa responde al esquema teórico de negocio que atrae a los Serratosa. La división de energía eólica de Gamesa ha crecido en detrimento del segmento aeronáutico y sigue siendo una apuesta atractiva. Además nunca se produjeron conflictos reseñables entre Nefinsa y la Corporación IBV, el accionista mayoritario de Gamesa, según recordaron ayer vinculadas a la corporación. Pero, a diferencia de Air Nostrum o Uralita, la familia Serratosa no controlaba Gamesa.

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