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La reforma del Estatut marcará hoy el debate de política general

El presidente centrará su discurso en el optimismo y en la oposición al Gobierno central

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, afronta hoy en las Cortes Valencianas su segundo debate de política general desde que accedió al cargo, en 2003. Y lo hace con parecida incertidumbre que el año pasado -porque la crisis interna del PP apenas ha remitido-, y parecidas dosis de optimismo de cara al futuro y de triunfalismo con respecto al pasado, en especial por la aprobación de la reforma del Estatut. Camps trazará las líneas de acción más relevantes que prevé potenciar en lo que resta de legislatura y para las que se ha marcado el horizonte del año 2011: las infraestructuras, la economía empresarial y la calidad de los sistemas educativo y sanitario.

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La aprobación de la admisión a trámite del proyecto de reforma del Estatut d'Autonomia, la semana pasada en el Congreso de los Diputados, ha supuesto una inyección de optimismo para Camps, un político que nunca se muestra pesimista a la hora de hablar de su gestión o del futuro de los valencianos, aunque sí cuando se refiere a la oposición o, desde marzo de 2004, al Gobierno. Camps afronta el debate con la indisimulada satisfacción que le ha producido el proceso de la reforma estatutaria, que será uno de los asuntos protagonistas. El presidente también intenta mostrarse optimista en otro frente, el de la crisis interna del PP, que en el debate del año estaba en plena ebullición y que apenas ha remitido, aunque el entorno de Camps trata de trasladar lo contrario para quitarle hierro.

La actitud de Camps ha contagiado a todo el partido. Varios portavoces coincidieron ayer en sus apreciaciones optimistas, cuando no eufóricas, sobre la gestión del Consell, sobre sus proyectos de futuro y sobre el desarrollo del debate de hoy. Así, el portavoz adjunto del Grupo Popular Rafael Maluenda afirmó que Camps afronta el debate con "el mayor reforzamiento político de su partido" desde el inicio de su mandato tanto al frente de la Generalitat como al frente del PP valenciano. Y aseguró que el debate llega en un "momento histórico", por la "fortaleza política e institucional" de Camps. Por su parte, la secretaria general del PP valenciano, Adela Pedrosa, manifestó que el debate "será una radiografía perfecta de la gestión" de Camps y arrojará un balance "excelente y soberbio" porque, en todos los ámbitos, "va viento en popa". Pedrosa destacó el "sobresaliente" momento que atraviesa el Ejecutivo valenciano. El portavoz del Consell, Esteban González Pons, auguró un debate "constructivo, porque llega en un momento en que la Comunidad Valenciana va muy bien".

Frente a ello, los populares muestran sus dudas en cuanto a la capacidad de la oposición. El presidente dijo el pasado viernes que esperaba encontrar una oposición "ágil y dinámica". Pero Pedrosa mostró ayer pocas esperanzas: "Con qué baza se va a presentar el secretario general del PSPV en el debate si lo único que sabe es lanzar críticas vacías y no propuestas sólidas". Según la dirigente popular, el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, y el PSPV "carecen de propuestas hídricas, de estrategias en infraestructuras, en empleo, en sanidad, en urbanismo, en participación ciudadana, en educación, en medio ambiente, en desarrollo sostenible y en política de oposición en general". Y por ello se preguntó "cómo pretenden enfrentarse a un Gobierno que no sólo tiene cubiertos todos esos flancos sino que además cuenta con el beneplácito de la sociedad valenciana".

En el discurso con el que se abrirá el debate, Camps, además de hacer balance, incidirá en las líneas de acción más relevantes que piensa potenciar hasta el final de esta legislatura y con el horizonte del año 2001. Entre ellas, la promoción y proyección de la Comunidad Valenciana en el exterior "como lugar de referencia y de modernidad"; la necesidad de ganar espacios de crecimiento económico y competitividad a través de la logística en un mundo globalizado y de avanzar hacia el pleno empleo; la apuesta por unas infraestructuras "de primer nivel" y la profundización en la apuesta por la educación y la investigación como factor clave de progreso; y, por supuesto, el gua. En este último apartado, Camps echará mano de otro elemento destacado de su discurso, el del recurso al no. No a la derogación del trasvase del Ebro, no al nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinaopó; no al nuevo sistema de financiación vía impuestos; y, en general, no a todo lo que venga del Gobierno central, en un intento de reforzar la labor de oposición de Mariano Rajoy.

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