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Necrológica:NECROLÓGICAS
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Sebastián López, 'Sebas', dibujante y ex concejal de Zaragoza

Sebastián López, conocido popularmente como Sebas, murió la semana pasada, a los 60 años, víctima de una larga enfermedad que le había mantenido alejado desde hace tiempo de toda actividad pública.

Murió casi de incógnito un hombre que había formado parte de la vida pública de Zaragoza. Había nacido en Añavieja, Soria, pero era un "soriagozano", que es como se conoce a tantos sorianos que residen en Zaragoza, adonde tuvieron que emigrar.

Sebas fue un autodidacta, cuya curiosidad le abrió muchas puertas, tanto en la política y en la vida sindical como en su profesión de dibujante y publicita.

Fue militante de la Unión General de Trabajadores -sindicato al que se afilió en la década de los setenta-, del que fue miembro de su ejecutiva provincial.

Puso en marcha en Zaragoza la Fundación Largo Caballero, que dirigió, y el Instituto de Fomento y Estudios Sociales, desde donde realizó una encomiable labor de formación de los trabajadores.

También fue militante del Partido Socialista Obrero Español, partido al que representó como concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza con el primer alcalde democrático, Ramón Sainz de Baranda, de 1983 a 1987. Allí fue portavoz de su grupo y concejal de Cultura.

Puso en marcha la Universidad Popular y la Escuela de Música, y cuando dejó la política activa se dedicó a trabajar de publicista, terreno en el que logró varios premios internacionales. De su mano llegaron a la ciudad las postal-free.

Pero fue sobre todo dibujante de viñetas, primero en el suplemento de humor La Picaraza, luego en los periódicos. Editó libros de humor como El Expediente y una novela, La casa de los toros, que narraba la historia de la Guerra Civil vista por un tranviario de UGT que tiene que huir de la ciudad cuando comienza la persecución contra las gentes de izquierdas.

Publicaba todavía sus viñetas el Diario del Altoaragón y El Heraldo de Soria, y algún artículo de opinión en la prensa local, pero había dejado atrás sus tiempos de actividad.

Quienes le conocieron reconocen su esfuerzo y su vitalidad, su amabilidad y su capacidad para aprender. Luis García Nieto, compañero suyo en sus tiempos de concejal de Zaragoza en los años ochenta, le recordaba la pasada semana como una "persona amable y creativa. Su novela La casa de los toros es un relato entrañable que habla de su compromiso y de sus creencias como socialista, aunque ya no estaba en el partido".

Estaba casado y tenía tres hijos. Sus cenizas serán trasladadas a su Añavieja natal.

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