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Crítica:ÉTNICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La fiesta del rey

Sorpresa: uno de los gigantes musicales de África en una sala de aforo reducido. Con los músicos apiñados y el público encima. Muchos senegaleses, aunque la entrada costaba 35 euros, bailando alegres con sus peculiares pasos acrobáticos y haciendo brillar los flashes de sus cámaras.

En Senegal no hay nadie más admirado y querido. Youssou N'Dour -se pronuncia "yusun dur"- ha participado en el Live 8, es embajador de Naciones Unidas, Unicef y la OIT, contribuye a actividades de la FAO y coopera con la Cruz Roja. Contra las minas terrestres, el sida, el trabajo infantil... Sería el rey -de joven se le consideró el príncipe de Dakar- de una de las repúblicas más estables y democráticas de África. Y nadie como él para traducir la rítmica del mbalax, con el uso arrollador de los tambores tama y sabar en títulos como Set o Baykat.

Youssou N'Dour

Youssou N'Dour (voz), Jimmy Mbaye y Pape Omar Ngom (guitarras), Ibrahima Cisse (teclados), Habib Faye (bajo), Assane Thiam, Babacar Faye y El Hadj Faye (percusión), Abdoulaye Lô (batería) y Djanke Djibe (coros). Sala Arena. Madrid, 27 de julio.

Inverosímil

Pareció especialmente a gusto. Más que uno de sus conciertos multitudinarios en Londres, París o Nueva York, podría haber sido una sesión en el Thiossane, el club de su propiedad en el que se presenta los viernes y sábados si está en Dakar. Nada que ver con su comparecencia de otoño. Entonces trajo Egypt (Sant Allah se titula en Senegal), el proyecto con músicos egipcios con el que quiso celebrar su fe y al islam como religión de paz y tolerancia. Ahora tocaba el Youssou N'Dour de la Super Étoile de Dakar, una banda tan rodada y engrasada por los años -más de veinte juntos- que suena a motor de fórmula 1.

Una elegante túnica blanca con finas rayas verticales sobre un tejano azul y zapatillas de deporte blancas de marca. Y esa voz afilada, inverosímil, capaz de cortar el acero. Con el tam'a -pequeño tambor de axila- y su repique característico bien cerca. Para el tramo final dejó Seven seconds, la canción grabada a dúo con Neneh Cherry. Una actuación de Youssou N'Dour se convierte fácilmente en una beneficiosa descarga de adrenalina. No falla.

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