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Una oportunidad perdida para estar en Europa

Íñigo de Barrón

Si todo sigue el camino marcado, en octubre próximo el BBVA habrá abandonado Italia tras la OPA que, por imperativo legal, debe lanzar la aseguradora Unipol. La entidad española se quedará así sin ninguna posición bancaria europea, puesto que tampoco tiene ninguna filial en Portugal, probablemente su próximo objetivo.

El segundo banco español ha sido víctima de los juegos de poderes italianos, incluido el supervisor, así como "el desconocimiento de sus variables político-económicas", según Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario, pese a que el BBVA llevaba siete años en este país. La entidad presidida por Francisco González no ha conseguido romper el candado bancario de Italia, una tarea a la que estaba dedicada la alta dirección desde finales de marzo. La pérdida de la BNL supondrá que el BBVA no logre entrar en el selecto club de las entidades que valen más de 50.000 millones, donde sí está el Santander, con una capitalización de 62.700 millones. Ahora la entidad 46.150 millones en Bolsa y con la BNL hubiera rebasado los 53.000 millones.

Operación hostil

Una de las mayores ventajas de estar en esta champions ligue es que es complicado y costoso realizar una operación hostil, como ha reconocido el propio González en ocasiones. De hecho, la posible vulnerabilidad del BBVA, que hace meses vivió un episodio de ataque por parte de Sacyr, es una de las preocupaciones de la entidad.

Con el fracaso de la BNL, el BBVA tendrá que reponerse del segundo episodio fallido en Italia. Al poco de la fusión, y capitaneado por Pedro Luis Uriarte, entonces consejero delegado, la entidad no pudo avanzar en su alianza con Unicrédito, el primer banco del país. También, en esa ocasión, la cerrazón del supervisor impidió la operación. No obstante, Antonio Fazio, gobernador del Banco de Italia, no ha tenido problemas para autorizar la compra de HypoVereinsbank por parte de Unicrédito.

Con González en la presidencia, el BBVA también se desprendió de su posición en Francia. La entidad tenía el 3,75% de Crédit Lyonnais, que fue vendido para hacer caja ante otras operaciones. Otra posición bancaria de la que se desprendió el banco fue la filial de Brasil, que en 2003 se vendió a Bradesco por debajo del precio pagado. No obstante, hay que reconocer que la entidad se concentró después en México y logró un gran éxito, al controlar Bancomer, la primera entidad privada de América Latina.

Para contrarrestar con las malas noticias, el mercado ha aplaudido la salida de Italia con una fuerte subida de la cotización. Sólo en la última semana, desde que Unipol anunció su oferta, el BBVA ha subido un 4,27%, lo que ha permitido que en lo que va de año la entidad tenga una revalorización del 0,29%. Sin embargo, algunos analistas creen que el mercado ha mandado el mensaje de que no les gustaba la operación italiana.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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