De vuelta a la realidad

La delegación de Madrid 2012 ya está en casa. Ayer aterrizó en el Aeropuerto de Barajas minutos antes de las siete de la tarde después de un largo viaje de 14 horas. En la terminal hubo aplausos, gritos de ánimo, todos ellos apagados por la decisión del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, compartida por toda la delegación, de guardar un minuto de silencio como homenaje a las víctimas del atentado de Londres. Al gesto se unieron los concejales que acudieron a recibir al equipo olímpico de Madrid.

Los casi 300 integrantes de la delegación madrileña -entre ellos Mariano Rajoy, líder del PP- fueron informados por el comandante del avión de lo sucedido en Londres. Muchos se acordaron de Alberto de Mónaco y su pregunta a la delegación española sobre la bomba que estalló junto a La Peineta el pasado 25 de junio: "Qué dirá ahora de la seguridad de Londres. Un jefe de Estado no debe entrar en esas cosas". Alberto de Mónaco tiene previsto visitar Madrid de manera oficial y ya hay quien durante el viaje planeó plantearle la pregunta de si el Gran Premio de Fórmula 1 que se disputa en Mónaco está a salvo de los atentados terroristas.

Pero también hubo momentos para la nostalgia y la emoción. Alberto Ruiz-Gallardón y las dos portavoces de la oposición -Trinidad Jiménez (PSOE) e Inés sabanés (IU)- se pasearon por el avión y brindaron con cava. "Hemos estado a punto de tocar la gloria y debemos estar orgullosos", proclamó el alcalde.

Gallardón evitó pronunciarse sobre detalles concretos del futuro de la oficina olímpica. La próxima semana, el alcalde se entrevistará con el consejero delegado de Madrid 2012, Feliciano Mayoral, para hablar de ello. La oposición le va a proponer a Gallardón proseguir con el proyecto con un modelo de gestión diferente. "Hay que canalizar todo lo que se ha generado en el último año", apuntó Sabanés. El grupo socialista añade que cualquier decisión que se adopte será desde el consenso ya que la siguiente oportunidad para mostrar las intenciones de Madrid es enero de 2007, a punto de concluir la legislatura.

Fermín Cacho celebró su santo en el avión. Y, Miguel Induráin contaba los minutos para llegar a Barajas, ya que desde allí se marchaba a Pamplona para vivir los sanfermines. "Este año tambien iré a ver el Tour a su paso por los Pirineos", anunció. Arantxa Sánchez Vicario se marchó directamente a Málaga para jugar un torneo. "Ésta no para", concluyó Cacho, que ha dejado de correr para sólo jugar al fútbol con los amigos.

Florentino Pérez no quiso hablar de fichajes, pero sí mostró su orgullo por la fama del Madrid en Singapur y por la sensación que allí ha dado Raúl. "No paraban de decirme lo simpático que es". Y es que a toda la expedición le sorprendió la disposición del jugador para atender a dirigentes del COI, aficionados y periodistas en su misión de embajador olímpico. Pau Gasol se pasó casi las 14 horas durmiendo. "Se pliega, cierra los ojos y ya no se mueve", contaba Sabanés.

El embajador especial nombrado por el Gobierno, Senen Florenca, apenas durmió. Todavía le daba vueltas a la votación e intentaba descubrir quién no cumplió su promesa de votar a Madrid en la tercera ronda. "Lo descubriremos", prometió. Manuel Cobo, el vicealcalde, comparó la votación con un partido de fútbol. "Si entra la pelotita eres un monstruo. Aquí hemos perdido por sólo dos votos, pero hemos tocado nuestro sueño con la mano".

"Ellos se lo van a perden", concluyó Induráin.