El Banco de España defiende no intervenir en las fusiones bancarias
El subgobernador del Banco de España, Gonzalo Gil, considera que el BBVA es "perfectamente capaz" de abordar la compra de la Banca Nazionale del Laboro (BNL), una operación que estima oportuna. En plena oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por la entidad española sobre la italiana, Gil recordó ayer en Santander que, como principio general, el supervisor jamás debe interferir en una fusión o adquisición entre bancos, porque deben estar dirigidas siempre por el mercado.
"Los supervisores deben intercambiar información, pero no opinar sobre otros supervisores", afirmó Gil, que clausuró un curso de la Universidad Menéndez Pelayo.La operación sobre la BNL ha sido polémica desde el principio, ya que el Banco de Italia puso obstáculos a la OPA sobre la entidad italiana, hasta el punto de que el BBVA se quejó formalmente y Bruselas criticó su actuación. "Esperamos que todo vaya bien", dijo ayer el subgobernador, que recordó cómo, en términos generales, los supervisores de la UE deben colaborar entre sí, dejar que funcione el mercado y preservar la supervisión efectiva.
Cuando hay una operación entre bancos de diferentes países, dijo Gil, la supervisión de la entidad resultante es competencia del supervisor de origen. "La situación de la banca está cambiando radicalmente y veremos más cambios en el papel del supervisor", dijo Gil, quien insistió en la importancia de que todos los países de la UE apliquen las mismas reglas.
El debate sobre si es adecuado que las cajas de ahorro tengan una cartera industrial también surgió. Un día antes, el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, se había defendido de los ataques de la banca contra las participaciones empresariales de las cajas y de las advertencias al respecto del Banco de España. Gil fue claro. "No sé por qué se molestan", dijo. A su juicio, las participaciones que son sólo financieras no implican ningún riesgo. La preocupación surge cuando la caja entra en la gestión de la participada. Gil recordó que la banca española sufrió entre los setenta y ochenta una dura crisis causada por las participaciones industriales, aunque matizó que ahora no hay ninguna señal similar.
