Don Quijote en Granada
Todas las citas sinfónicas de altura, desde el concierto inaugural, con la Philharmonia Orchestra dirigida por Jukka-Pekka Saraste, hasta la clausura -la Novena de Beethoven, por la Staatskapelle de Berlín bajo la batuta de Daniel Barenboim- iluminan una programación que estrena una obra del compositor español Mauricio Sotelo y se une a las celebraciones del cuarto centenario de la primera edición de El Quijote con un ciclo de conciertos con obras inspiradas en esta novela universal o en el entorno de Miguel de Cervantes.
La principal apuesta por la creación contemporánea del festival que dirige artísticamente Enrique Gámez es el estreno, el 1 de julio, de la nueva obra de Mauricio Sotelo en homenaje a su maestro, Luigi Nono, Sonetos del amor oscuro. Cripta sonora para Luigi Nono, sobre poemas de Lorca. En la obra, que después de su estreno en el Hospital Real podrá ser visitada por el público como instalación sonora, Sotelo sigue fiel a la idea del suono mobile o suono caminante que caracterizó la última producción de Nono, fallecido en 1990. En su espectáculo, creado en colaboración con el pintor irlandés Sean Scully, continúa explorando en su nueva obra las estructuras del cante jondo desde apasionantes perspectivas sonoras, y en el estreno contará con el cante intenso y profundo de Miguel Poveda y Arcángel, y la colaboración del Grup Instrumental de Valencia y el Cor de la Generalitat Valenciana, bajo la dirección musical de Joan Cerveró.
La sombra del caballero de la triste figura dejará su huella en un ciclo que lleva el nombre de Las mañanas de don Quijote y consta de seis conciertos que ofrecen una minuciosa selección de obras del Renacimiento tardío y Barroco europeo a cargo de relevantes conjuntos con instrumentos de época. El ciclo arranca en la misma jornada inaugural, el 25 de junio, en el Hospital Real, con un concierto de la Akademie für Alte Musik Berlin y el Vocalconsort Berlin dirigido por Attilio Cremonesi, con obras conectadas con la novela cervantina de Francesco Conti, Telemann y Haendel.
El festival ha cuidado con exquisita sensibilidad e imaginación el capítulo de propuestas ligadas al mundo cervantino. En el ciclo matinal, Harry Christophers y las espléndidas voces de The Sixteen ofrecerán dos conciertos en el Monasterio de la Cartuja con polifonía religiosa de maestros como Palestrina, Lassus, Allegri y dos monumentales obras de William Byrd y Tomás Luis de Victoria de cuya publicación en 1605 también se cumple este año el cuarto centenario: el Gradualia y el Officium Defunctorum que Victoria compuso para las exequias de la emperatriz María, hermana de Felipe II. El ciclo concluirá con conciertos de la Orquesta Barroca de Sevilla dirigida por Monica Hughet y el grupo Armoniosi Concerti, dirigido por Juan Carlos Rivera, que ofrecerá una selección de los cancioneros de la época de Cervantes.
La música inspirada en el Quijote abrirá también la primera cita sinfónica del festival en el imponente marco del Palacio de Carlos V: el finés Jukka-Pekka Saraste abrirá su primer concierto al frente de la Philharmonia de Londres con Don Quijote velando las armas, del alicantino Óscar Esplá, en un programa con otras dos obras de inspiración española -Feria, de Magnus Lindberg, y la Iberia de Debussy- y la Sinfonía número 5, de Prokófiev. En su segundo concierto, Saraste dirigirá la primera gran obra sinfónica de Olivier Messiaen, Les offrandes oubliés, el Concierto para piano número 3, de Rachmáninov, con Nicolái Luganski al piano, y la Sinfonía número 2 de Sibelius.
La Orquesta Sinfónica de Londres volverá a Granada con su actual director titular, el veterano Colin Davis, que ha optado en sus dos conciertos por el sentimental lirismo de Edward Elgar (Obertura Cockaigne y Concierto para violonchelo, con Tim Hugh de solista) y dos clásicos de la música checa, Antonin Dvórak (Sinfonía número 8) y Bedrich Smetana (el ciclo de poemas sinfónicos Mi Patria).
Daniel Barenboim y la Staatskapelle de Berlín cerrarán el festival con una triple cita en el Palacio de Carlos V: las Cinco piezas, opus 16 y las imponentes Variaciones para orquesta, opus 31, de Schoenberg, figuran en la primera velada (8 de julio) al lado del Concierto para piano número 3, de Beethoven, con Barenboim en su doble faceta de solista y director. En los otros dos conciertos, el famoso músico argentino apuesta por sinfonías espectaculares, la Séptima de Gustav Mahler (9 de julio) y la Novena de Beethoven (10).
La variada programación
incluye dos conciertos de Gidon Kremer y la Kremerata Báltica -con obras de Bach, Schubert, Alfred Schnitke y el estreno en España de Twilight, del georgiano Giya Kancheli- y un jugoso apartado de recitales y veladas camerísticas en las que destacan los pianistas Alfred Brendel y Javier Perianes, el organista Juan de la Rubia, el Cuarteto de Tokyo y la soprano Violeta Urmana en una velada liederística acompañada por Jan Philip Schulze al piano. Un espectáculo del bailaor y coreógrafo Rafael Amargo codirigido escénicamente por Carles Padrissa, de La Fura dels Baus, DQ... pasajero en tránsito, y un nuevo montaje de la compañía de la bailaora y coreógrafa María Pages, Canciones antes de una guerra, elevan el interés de una programación que incluye los tradicionales trasnoches flamencos, un espectáculo infantil titulado Alonso Quijano el Bueno y la reapertura del Teatro Generalife, con el montaje dirigido por José Antonio, que recupera los telones originales pintados por Salvador Dalí para El sombrero de tres picos, de Falla, y El Café de Chinitas, sobre canciones de Lorca.
