Angela Merkel se convierte en la primera mujer candidata a canciller de Alemania

Alemania tiene desde ayer su primera mujer candidata a canciller. La presidenta de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Angela Merkel, es desde ayer la candidata oficial de los partidos de la Unión, CDU y CSU (la Unión Social Cristiana, de Baviera) a las elecciones de septiembre. Si las encuestas no mienten, Merkel será también la primera mujer canciller federal. "¡Quiero servir a Alemania!". Con esta declaración de intenciones cerró ayer Merkel su primera rueda de prensa como candidata oficial, después de que las cúpulas de CDU y CSU la eligieran por aclamación.

Ni siquiera hubo votación: el presidente de la CSU, Edmund Stoiber, la propuso y todos los presentes empezaron a aplaudir, según informaron fuentes de los partidos a la televisión n-tv. Merkel, que además de ser la primera mujer también es la primera ossi (oriunda del Este de Alemania) que aspira a gobernar el país, adelantó a grandes rasgos cuáles serán las líneas centrales de su campaña. "El empleo necesita crecimiento y el crecimiento necesita libertad", dijo sobre su visión en política económica, que desgranó en temas como abaratar el despido, flexibilizar la jornada y reducir la burocracia.

"No necesitamos una Agenda 2010 sino una Agenda Empleo", declaró en referencia al paquete de medidas introducido por el Gobierno del canciller, Gerhard Schröder, para revitalizar la economía.

El anuncio de elecciones anticipadas cogió tan por sorpresa a la CDU que, además de no haberse decidido aún su candidato, ni siquiera había puesto en pie un programa electoral. Todo lo contrario: algunos de los elementos centrales de un eventual programa electoral de la Unión -una amplia reforma fiscal, reforma del sistema sanitario, etcétera- siguen siendo objeto de disputas dentro del partido. La CDU y la CSU tendrán que emplearse a fondo para elaborar el programa que presentarán el próximo 11 de julio.

Fue Stoiber quien, tras la reunión de ayer, anunció la noticia a la prensa convocada en la Konrad Adenauer Haus, sede berlinesa de la CDU. No sólo había prensa en esta ocasión. Empleados del partido y diputados del grupo parlamentario acudieron para participar en una ovación de aplausos que duró casi cinco minutos para embarazo de la homenajeada, que sonreía tímida y nerviosa.

No deja de ser simbólico que sea su antiguo contrincante quien la presente. Merkel renunció en las últimas elecciones, en septiembre de 2002, a su propia candidatura en favor de Stoiber, jefe de Gobierno del Estado federado de Baviera, que perdió contra Schröder por un pequeño margen de votos.

En esta ocasión Stoiber ya había renunciado a la candidatura mucho antes de que, el pasado día 22, Schröder anunciara su intención de pedirle al presidente federal, Horst Köhler, la convocatoria de elecciones anticipadas. Aunque el nombre de la candidata ya estaba claro desde el lunes pasado, cuando varios políticos de la CDU se pronunciaron en público con rotundidad a favor de Merkel dejando claro que no había otro candidato, la decisión se tomó el jueves en una cena. Merkel y Stoiber acordaron entonces que ella sería esta vez la elegida para desafiar al socialdemócrata Schröder.

"Angela Merkel tiene toda la confianza y el apoyo de CDU y CSU", dijo Stoiber, que destacó el trabajo de Merkel al frente de partido al que "marcó y mantuvo unido". "La CSU y yo personalmente le garantizamos a la señora Merkel todo nuestro apoyo", dijo.

Ni siquiera el jefe de Gobierno del Estado de Hesse, Roland Koch, quiso esta vez cruzarse en el camino de la presidenta. Las aspiraciones de Koch a la cancillería le habían enfrentado a Merkel en el pasado. Pero fue él quien, el lunes pasado, dio por zanjada la cuestión asegurando a la prensa: "Nadie le hablará de otro candidato que Angela Merkel". Otro posible contrincante hubiese sido su homólogo en Baja Sajonia, Christian Wulff, un político apuesto que ya hace dos meses desbancó al ministro de Exteriores, Joschka Fischer, en el primer puesto del ranking de popularidad. No faltó quien sugiriera su nombre, pero Wulff sostiene que aún está verde para esa labor y desea terminar su legislatura en Baja Sajonia.