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El español Antonio Pérez será presidente de Kodak en enero

Dirigirá la empresa ante el reto de la nueva área de fotografía digital

El ejecutivo español Antonio Pérez se pondrá el próximo mes de junio al frente del gigante de la fotografía estadounidense Eastman Kodak. Pérez, que ocupará el puesto de consejero delegado que deja vacante Daniel Carp, asume el control ejecutivo de Kodak en un momento crucial en el que la compañía afronta el complejo reto de adaptarse al nuevo mundo de la fotografía digital. En enero será presidente.

Daniel Carp, de 57 años, se jubila el próximo 1 de junio, aunque seguirá manteniendo el cargo de presidente hasta enero de 2006. Antonio Pérez, de 59 años, por su parte, ocupaba desde abril de 2003 el segundo puesto ejecutivo en Kodak, cuando entró en la compañía con el cargo de jefe de operaciones. Durante los últimos dos años fue la mano derecha de Daniel Carp, al que rendía cuentas directamente sobre el negocio de la empresa. Cuando concluya en enero próximo el traspaso de poderes, Pérez será el presidente ejecutivo de Kodak.

"Ha llegado el momento de pasarle las riendas a Antonio, una persona que ha contribuido enormemente a Kodak en tan poco tiempo", señalaba ayer el actual presidente ejecutivo en un comunicado. Hace ya dos años, cuando Pérez fue contratado por Kodak, Carp ya anticipó que el español heredaría su casco. Richard Braddock, presidente del directorio, dijo del español que es una persona con "el liderazgo para hacer que Kodak avance hacia el éxito en el mundo digital". La experiencia de Pérez en el universo de la tecnología de la información es bien conocida y se remonta a los años durante los que sirvió para la compañía informática Hewlett-Packard (HP). El ingeniero electrónico español trabajó para HP durante 25 años en España, Alemania y Estados Unidos, ocupando cargos directivos en las áreas de ventas, marketing, producción e investigación y desarrollo en cinco países. Además, fue miembro del consejo ejecutivo de HP.

Los resultados del primer trimestre de 2005, publicados a finales de abril, fueron decepcionantes y arrojaron unas pérdidas de 142 millones de dólares debido a la continua caída de ingresos en la división de películas tradicionales y los elevados costes laborales. En el mismo periodo de 2004 registró un beneficio de 21 millones.

Kodak, con sede en Rochester (Nueva York), se encuentra sumida desde hace casi un año en un complejo proceso de reestructuración, para eliminar hasta 15.000 empleos para el año 2007 y dejar su plantilla global en torno a los 50.000 puestos de trabajo.

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