El Prado pone hoy banda sonora a Durero

La exposición Durero. Obras maestras de la Albertina, que exhibe actualmente el Museo del Prado, permite a los visitantes retroceder por unos instantes a la época del pintor. Hoy, algunos afortunados que se acerquen al museo podrán también escuchar, a partir de las ocho de la tarde, cómo sonaba el siglo XVI.

"Para contextualizar la muestra dentro del panorama musical europeo de la época", explica el museo, se ha organizado este concierto, que se celebrará en la gran sala basilical de la pinacoteca (la sala de Las Meninas). Éste es el segundo recital de estas características que se celebrará en este espacio en el último mes. El primero fue en abril y se tituló La música sacra en la época de Durero. El coro Ars Futura, formado por entre 12 y 16 voces, fue el encargado de aquella representación.

Después de la música sacra, esta tarde le tocará el turno a la humanística, que será interpretada por el mismo coro. En ambos casos el director es Javier Blanco. La entrada será libre hasta que se complete el aforo de la sala.

Con los dos conciertos, el museo habrá recorrido, en paralelo, las dos vertientes que Durero (1471-1528) desarrolló en su pintura: la faceta religiosa y la humanística. Además, se relaciona de forma directa cada una de las obras musicales con obras específicas nacidas del genio del pintor, ya sean éstas óleos, grabados, dibujos o acuarelas. En todos los casos se trata de música compuesta en la época en la que él vivió y en los países con los que tuvo alguna relación.

En el siglo XVI, tiempo en el que vivió ese gran humanista que fue Durero, la música religiosa ya había perdido la absoluta preeminencia que tuvo en la anterior época gótica. A partir de entonces tuvo que convivir con otras melodías, como la cortesana, bucólica o popular. El desarrollo económico y social de esa época permitió el asentamiento del músico profesional al servicio de la burguesía.

La música humanística en época de Durero. Hoy, a las 20.00 en la sala de Las Meninas del Museo del Prado. Puerta Velázquez. Paseo del Prado, s/n. Entrada libre hasta completar el aforo.