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Los vuelos baratos y el AVE obligan a Iberia a cambiar su modelo de negocio

La dirección revisa la estrategia de todas las divisiones para el Plan Director 2006-2008

Iberia ha puesto en marcha un proceso de revisión de toda la compañía para elaborar un nuevo plan director para los próximos tres años. Según la empresa, los retos que afronta a corto plazo la obligan a definir una estrategia absolutamente distinta con la que poder afrontar la competencia del AVE y de las compañías de bajo coste. Iberia va en busca de un nuevo modelo de negocio que le permita mantener la estructura de red, como hasta ahora, y operar como una compañía de bajo coste, sin que ningún modelo contamine al otro. Por eso estudia crear varias marcas.

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"Todo, absolutamente todo está en revisión" en Iberia, que está decidida a cambiar de modelo de aquí al año 2008, según ha manifestado una fuente de la empresa. La compañía, que el próximo día 26 celebra junta de accionistas, presenta beneficios desde hace nueve años, pese a la crisis del sector aéreo, pero está convencida de que, sin drásticos cambios, en el plazo de tres años "será inviable".

La amenaza viene, fundamentalmente, de dos frentes. Uno de ellos es la puesta en marcha de los trenes de alta velocidad, que se llevarán buena parte de cuota de mercado en el transporte nacional. En el periodo de tiempo que cubre el nuevo plan director estarán ya en funcionamiento, al menos, los AVE de Madrid a Barcelona y a Málaga. Otro frente es el de las compañías de bajo coste, un fenómeno que las aerolíneas tradicionales despreciaron y que al final las ha hecho daño. Su competencia ha sido tan fuerte en los vuelos a Europa que sólo en los últimos meses Iberia ha cerrado cinco líneas desde Barcelona (a Berlín, Dusseldorf, Manchester, Stuttgart y Zúrich) y tiene en la picota la línea Santiago-Londres, por imposibilidad de competir en costes.

Sin embargo, la compañía ha llegado a la conclusión de que el mercado europeo, del que muchas aerolíneas tradicionales se van retirando, es fundamental para alimentar su tráfico a América Latina, verdadero pulmón de Iberia, por lo que ha dado un giro total. De cerrar líneas quiere pasar a abrirlas, pero con un sistema igual al de las compañías de bajo coste, con un mínimo servicio, precios muy bajos y vuelos punto a punto, no sólo desde Madrid, sino también desde distintas ciudades de la costa mediterránea y, desde luego, desde Barcelona, un aeropuerto crucial para competir con Ryanair, la más agresiva de este tipo de compañías, con fuerte presencia en Girona y Reus.

El crecimiento del tráfico hacia España de este tipo de compañías es rapidísimo. Sólo en los tres primeros meses del año han transportado 750.000 pasajeros más que el año pasado, y las ampliaciones de los aeropuertos de Madrid y Barcelona las da más oportunidades para crecer. Igual ocurre con el aeropuerto privado Don Quijote (Ciudad Real), donde Iberia se teme que Ryanair pueda implantar una nueva base, dada la facilidad de conexión con Madrid vía AVE.

Crecer es lo que quiere hacer Iberia también en los próximos tres años para no quedar "arrinconada". Y piensa hacerlo de todas las formas posibles. Sus preferencias, sobre todo para los vuelos nacionales y europeos, apuntan al crecimiento orgánico de la propia compañía, pero en América Latina le importaría menos hacerlo con otra marca, vía adquisiciones, y piensa seguir utilizando el alquiler de aviones con tripulación (wet lease).

La utilización de varias marcas, posibilidad que se plantea en la elaboración del nuevo plan, no se daría sólo por ampliar las operaciones en América Latina. Con ello también se evitaría que el segmento de bajo coste acabara contaminando la imagen de Iberia como compañía tradicional de red. La creación de una segunda marca -aunque no una compañía de bajo coste- se llegó a tratar incluso con el sindicato de pilotos como una fórmula de abaratar costes sin perjudicar al colectivo actual.

Del proceso de revisión general que ha comenzado en Iberia no se salva siquiera la estructura societaria de la compañía. "Todo está en estudio", insisten.

Los convenios colectivos

De momento, su tarea más inmediata es la renegociación de los convenios colectivos. Y con el de los pilotos, el primero de ellos, los enfrentamientos con el sindicato se han producido, incluso, antes de empezar a negociar.

Otra de sus preocupaciones inmediatas es el precio del petróleo. Iberia, que ya ha implantado dos veces un suplemento en la tarifa para compensar el encarecimiento del queroseno, no cree que los precios vayan a remitir, por lo que se plantea nuevas medidas. El petróleo es en estos momentos la mayor amenaza para no cumplir la reducción de costes prevista en el Plan Director 2003-2005: un ajuste de entre 350 y 400 millones de euros, del que a final del año pasado se había cumplido el 60%, pero con un precio medio del petróleo de 24,5 dólares por barril.

Iberia quiere tener listo el nuevo diseño de la compañía para septiembre. Y si finalmente se aprueba, "no será ni una compañía tradicional ni una de bajo coste. Será una nueva compañía de carácter general". Para lograrlo, insisten en la empresa, "está abierta cualquier fórmula".

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