Marruecos no ofrece una solución a la entrada del azulejo español
La reunión celebrada ayer en Rabat para desbloquear la entrada de azulejos españoles en Marruecos acabó sin un acuerdo concreto. Ambos gobiernos se comprometieron a buscar "a corto plazo" una solución "duradera", desde el respeto a las normas de comercio internacional, para eliminar las trabas que las autoridades marroquíes han impuesto a la importación de productos cerámicos. De momento, las autoridades marroquíes seguirán inspeccionando, al menos, el 10% de la mercancía con el fin de comprobar si cumple una norma de calidad que ha declarado obligatoria cuando en Europa es voluntaria. Todo, pese a que coincidieron en admitir el crecimiento de las importaciones a Marruecos y la necesidad de ser "selectivo" a la hora de aplicar medidas tendentes a eliminar prácticas que no se acogen a las reglas internacionales de comercio. El secretario de Estado de Turismo y Comercio, Pedro Mejía y el vicepresidente del Consell, Víctor Campos, se reunieron ayer con el ministro marroquí de Industria, Comercio y Modernización de la Economía, Salaheedine Mezouar, y con representantes de las asociaciones de importadores y exportadores de ambos países, así como italianos y de la Asociación Europea de Fabricantes Cerámicos. Mejía señaló al finalizar el encuentro que "existe la voluntad por parte de Marruecos de flexibilizar los mecanismos".