El Real Madrid baja de peso
Por mandato de Sacchi, el club ha contratado a una dietista recomendada por Luxemburgo
"La piel del pollo", dice Beckham; "es la mejor parte del pollo, pero la tenemos que quitar". Esta confesión habla del nivel de sofisticación que ha alcanzado el Real Madrid en la semana de preparación del encuentro del domingo (19.00, Taquilla) con el Barcelona. Aunque la obligación de no ingerir grasas saturadas no es nueva en la plantilla, desde la llegada del director general de fútbol, Arrigo Sacchi, los criterios y las indicaciones del cuerpo médico -las mismas sugerencias que antes caían en saco roto- cuentan con un respaldo del club que no tenían. Y cuentan con una imagen, la de Patricia Teixeira, brasileña, morena, de 29 años. La dietista contratada por recomendación del entrenador, Vanderlei Luxemburgo.
"Tener una persona que se ocupa de lo que debes comer es muy importante; en el Manchester teníamos dietistas personalizados", dice Beckham; "Patricia hace un gran trabajo". La nutricionista se ocupa, desde hace más de un mes, de diseñar planes individualizados para cada futbolista. A unos les aumenta la dosis de proteínas, a otros se las baja, a otros les recorta las grasas, a otros los hidratos de carbono. Según el puesto en que jueguen y la constitución. Y el seguimiento se nota. En el caso de Ronaldo, que ha perdido varios kilos en los últimos meses, los resultados son notorios.
El Real Madrid actual es el menos goleador de los últimos cinco años y, probablemente, el que peor juegue al fútbol. Sin embargo, la plantilla conserva la línea. "Y no es cuestión de bajar o no bajar de peso", explica Beckham; "es cuestión de eliminar las grasas". Muchos futbolistas han bajado de peso. Helguera confesó el martes en la Cadena Ser haber perdido dos kilos desde enero. Dos kilos de grasa.
"¿Cuánto mides?"
Pocos días después de firmar su contrato, Arrigo Sacchi se presentó en el vestuario y fue interrogando a los jugadores, uno por uno. "¿Cuánto mides y cuánto pesas?", les preguntaba. Y los galácticos, acostumbrados a otro tipo de discurso, más adulatorio, se sorprendían. Desde hace dos meses, el vestuario es testigo de un fenómeno que antes era considerado tabú por la mayoría de la plantilla: el pesaje, el paso sistemático por la balanza, el control antropométrico, la medición de grasas. Ronaldo, que entre bromas y requiebros, rehuía la balanza cada vez que podía, se ha plegado a las indicaciones de los médicos y ahora se pesa sin escabullirse.
El asunto dietético es tan trascendental en el Madrid que Patricia Teixeira es un personaje vedado a las entrevistas. El departamento de prensa del club asegura que "para proteger" a la dietista la ha prevenido de no conceder entrevistas "ni a Real Madrid TV". Mientras tanto, los médicos del Madrid observan incrédulos las atribuciones que se hacen al trabajo de Luxemburgo y de la dietista. Quitarle la piel al pollo, una medida elemental en la alimentación de cualquier atleta, no ha sido obra del nuevo cuerpo técnico, observan. El buen estado físico de Ronaldo, su pérdida de peso sin perder velocidad ni masa muscular, es producto de un trabajo de años. Los médicos del club sostienen que Walter di Salvo, el preparador físico de la temporada pasada, poseía un nivel que no ha sido superado. La diferencia en la situación actual, recalcan, la establece la nueva posición del club, mucho más intransigente que el año pasado en materia fisiológica. La intermediación de Sacchi, respaldando a los médicos, también ha supuesto un paso fundamental en el cuidado de los detalles.
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