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La capital se queda vacía por el éxodo masivo en Semana Santa

Circular y pasear por las calles de la capital se convirtió ayer en un auténtico placer para los madrileños y visitantes que se han quedado en la ciudad tras el éxodo masivo de ciudadanos aprovechando las fiestas de la Semana Santa. Las calles de Madrid amanecieron prácticamente desiertas lo que se mantuvo todo el día, salvo en los puntos más céntricos y turísticos. Una de las excepciones fue el eje Prado-Recoletos, donde la exposición de Durero atrajo a miles de visitantes.

Las carreteras de salida de la ciudad fueron el contrapunto a este desierto de vehículos. La autovía de A Coruña (A-6) sufrió hasta 30 kilómetros de atascos entre Las Rozas, y el peaje, al igual que la autovía de Valencia (A-3) con retenciones en Arganda del Rey y Villarejo de Salvanés, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Los conductores que se desplazaron por la autovía de Extremadura (A-5) sufrieron las particulares procesiones de coches entre los municipios de Móstoles y Valmojado (Toledo).

El buen tiempo también invitó a que los madrileños abarrotaran los centros comerciales, que ayer abrían, pero que hoy estarán cerrados. Algunos restaurantes, en especial los del corazón de la capital, estuvieron repletos de personas procedentes de otras localidades.

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