Luto en Jerez por la muerte de los dos menores en el incendio del Altillo
Las banderas del Ayuntamiento de Jerez y todas las dependencias municipales ondean desde ayer a media asta y lo seguirán haciendo hoy como señal de luto por la muerte de los dos hermanos de 11 y 14 años que fallecieron la noche del pasado lunes en el incendio de su vivienda, ubicada en la zona del Altillo.
La ciudad y, especialmente, la urbanización donde tuvo lugar el suceso ha vivido una gran conmoción tras conocerse las consecuencias del siniestro, que, además de cobrarse la vida de los dos menores, mantiene a la madre de ambos, de 44 años, ingresada en estado grave y con quemaduras en el 40% de su cuerpo en la unidad de quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El padre de las víctimas, que fue hospitalizado en Jerez al sufrir una crisis cardiaca, fue dado de alta ayer.
La policía judicial acudió a la vivienda incendiada para confirmar las causas del fuego que, tal y como se dijo en un principio, se inició en la sala de estar situada en la primera planta del inmueble. Ya se ha determinado con seguridad que el origen estuvo en un brasero eléctrico situado bajo una mesa camilla. La combustión fue lenta y para cuando la madre de los niños se percató de lo que sucedía el humo ya había ocupado buena parte del inmueble y, debido al efecto chimenea, había subido a través del hueco de la escalera a la segunda planta, donde el chico de 11 años y su hermana de 14 se habían refugiado encerrándose en un cuarto de baño. El funeral de ambos niños tuvo lugar ayer en el Tanatorio de Jerez y su sepultura posterior en el cementerio de Nuestra Señora de la Merced.
Los bomberos de Jerez alertaron ayer sobre el peligro que entrañan los braseros eléctricos si no están constantemente controlados.
