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Las vidas de tres personajes en crisis se cruzan en 'Occisió', el nuevo montaje del Espai Lliure

La obra, de Lluïsa Cunillé, está dirigida por Lurdes Barba y se estrena el próximo jueves

El teatro de la dramaturga catalana Lluïsa Cunillé (Barcelona, 1961) está habitado por personajes misteriosos, de cuya identidad se ofrecen sólo retazos que el espectador debe ir almacenando para reconstruirlos por sí mismo. En su nueva obra, Occisió, la autora convoca a dos mujeres y a un hombre, todos ellos en un momento de crisis personal, cuyas vidas se entrecruzan en un aislado hotel de montaña. La pieza se estrena el 3 de marzo en el Espai Lliure, con dirección de Lurdes Barba y los actores Lina Lambert, Mia Esteve y Jordi Collet en el reparto.

La trama de la obra presenta elementos de suspense. Se inicia con la llegada al hotel de una profesora universitaria divorciada que necesita reorganizarse. La recepcionista y propietaria intenta convencerla para que cambie de alojamiento: el hotel funciona cada día peor, ha tenido numerosas cancelaciones y ha decidido cerrar el establecimiento definitivamente, así que lo está desmantelando. Pero aunque la visitante será la única huésped, prefiere quedarse allí.

La historia se desarrolla de domingo a sábado, y las dos mujeres están solas buena parte del tiempo. Hasta la llegada de un automovilista que acaba de tener un accidente y acude al hotel en busca de ayuda. La tensión de la obra se dispara con una muerte violenta, que según la directora sirve "para que los supervivientes puedan respirar y seguir su camino".

Occisió, un "thriller minimalista" a decir de Jordi Collet, tiene algo de ritual. Las siete escenas de la obra, correspondientes a cada una de las siete jornadas que retrata, muestran el mismo momento del día, después de cenar, y el mismo lugar: una sala de café en la que sólo queda lo imprescindible antes del cese del negocio. Cada nueva escena, hecha de elementos cotidianos, de gestos domésticos, aporta al espectador un poco más de información.

"Sólo lo esencial", explica Lurdes Barba, y señala que esta característica, común a todos los textos de Luïsa Cunillé, condiciona el tipo de montaje. "Todo en ellos es emblemático. Y eso te obliga a no añadir nada que no sea esencial", afirma. Barba señala que para poder llevar al escenario una de sus obras es necesario un intenso trabajo de mesa para " irlas descubriendo. Pero en cuanto te has sumergido en ellas te das cuenta de que todo resulta muy claro".

Del mismo modo que Barba, tanto Lina Lambert como Collet están muy familiarizados con el personal universo de la autora, pues han participado en diversos montajes de sus obras. Lambert dice que sus personajes son "muy complejos, hablan poco y esconden muchas cosas. Pero Lluïsa te da los referentes absolutamente adecuados para construirlos". De todo el equipo artístico, sólo Mía Esteve se acerca por primera vez a una obra de la autora; para ella, la experiencia ha sido intensa y a la vez fascinante: "Ha sido agotador. Nunca había hecho algo parecido, y requiere el entrenamiento de ciertas cosas que yo nunca había ejercitado".

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Cunillé ha asistido a todos los ensayos del montaje, aunque sin intervenir en las decisiones de la directora. "Al principio impone un poco tener al autor tan cerca, tienes miedo a equivocarte, pero compartimos una misma visión de las cosas y su presencia pronto se convirtió en reconfortante", explica Esteve. Occisió estará en cartel hasta el 20 de marzo.

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