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Aulas

La Junta cuenta con 12 colegios donde se usa el lenguaje de signos en sus clases

Las asociaciones de sordos señalan que el bilingüismo es aún una asignatura pendiente

Los profesores del Colegio de Educación Infantil y Primaria Cándido Nogales, de Jaén, llevan desde 1992 trabajando con niños que sufren alguna discapacidad auditiva, aunque no fue hasta hace dos años cuando este colegio entró a formar parte de la red de centros andaluces que enseñan de forma simultánea a través de la lengua oral y de signos. Como el Cándido Nogales existen otros 11 centros de infantil y primaria en Andalucía, siete en la provincia de Granada, y uno en cada provincia de Cádiz, Huelva, Almería y Sevilla.

Estos colegios forman parte de un proyecto de bilingüismo de la Consejería de Educación cuyo objetivo es signar con las manos lo que el profesor explica oralmente en clase. El sistema permite integrar en aulas ordinarias a los alumnos con algún tipo de sordera y, según señalan los profesores y los mismos escolares, los resultados son "muy positivos". De los 558 alumnos que asisten al Cándido Nogales, 14 de ellos son discapacitados auditivos que están matriculados en las enseñanzas de Infantil de 3 años (3 alumnos) y de 4 años (2), y en segundo de Primaria (2), cuarto (3), quinto (2) y sexto (2). Para ello, las profesoras de cada uno de los niveles cuentan con una preparación especializada en el aprendizaje de signos. Juana Laserna es la tutora de sexto de Primaria y a su clase asisten Óscar y Estefanía, ambos sordos profundos que comparten la clase con otra quincena de compañeros sin problemas de audición. Estos últimos, a fuerza de verlo día a día, también han aprendido a comunicarse por medio de signos, lo que ha facilitado la integración de Óscar y Estefanía en el colegio.

Óscar, que vive en Andújar y recorre todos los días 100 kilómetros para asistir al colegio, recuerda que lloraba cuando tenía que ir a clase, "un lugar donde no comprendía nada" y donde no tenía amigos porque no se podía comunicar con ellos. "Ahora es uno de los alumnos más brillantes y activos", reconoce su tutora.

Beneficioso para todos

En un principio hubo que explicar a los padres una situación novedosa pero que con el tiempo se ha normalizado. "Pensaban que los niños se podrían distraer con el movimiento de las manos, pero nada más lejos de la realidad. Hemos descubierto que incluso los niños que sufrían cierto retraso escolar han mejorado mucho porque el lenguaje de signos y la imágenes que sugieren refuerzan los conceptos nuevos y el resto de contenidos curriculares", explica esta profesora, quien echa en falta materiales educativos adaptados para los escolares sordos. "Al utilizar una lengua con un vocabulario más concreto, las actividades deben ser expresadas de forma diversa para que los mismos contenidos puedan ser comprendidos y aprendidos por el alumnado que sólo utiliza la lengua de signos", añade Laserna.

Junto a esta experiencia, la Consejería de Educación lleva a cabo otra iniciativa piloto en España con la colaboración de la Federación Andaluza de Asociaciones de Sordos (FAAS), que cuenta con 40 intérpretes en unos 80 institutos andaluces para atender las necesidades de 320 alumnos sordos que estudian en institutos de Secundaria. El presidente de la FAAS, Alfredo Gómez, señala que este curso están matriculados en Andalucía 1.449 alumnos con alguna discapacidad auditiva y recuerda que el bilingüismo es todavía una asignatura pendiente en la educación de este colectivo. "Hay que ser cautelosos cuando hablamos de bilingüismo y no confundir. Para que un centro sea bilingüe el profesor debe ser nativo y conocer en profundidad la estructura de la lengua de signos, algo que no se puede aprender en un curso de 100 o 200 horas. Además, los centros deben dotarse con materiales educativos adaptados específicamente a la lengua de signos", resaltó Gómez. Precisamente, con el objetivo de mejorar la educación de las personas sordas en Andalucía la FAAS firmó la pasada semana un acuerdo de colaboración con la Federación de Enseñanza de CC OO para reivindicar de forma conjunta una red andaluza racional, efectiva y con recursos de centros de integración de alumnos y alumnas sordas en el sistema educativos andaluz, fijar programas de formación y actualización para el profesorado sobre esta materia y crear la categoría profesional del intérprete de lengua de signos dentro del personal laboral de la Junta de Andalucía, entre otras.

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