El Albacete sale del descenso

Casi cuatro meses después, el Albacete celebró un triunfo en el Carlos Belmonte y asomó la cabeza fuera de los puestos del descenso. Visto su juego, el salto es una proeza en la que tiene que ver más la lucha que la calidad. Y ayer, un par de decisiones arbitrales que le empujaron al triunfo sobre el Zaragoza. El conjunto de Víctor Muñoz sufrió dos expulsiones tras sendos penaltis en contra, pero ninguno dio impresión de serlo en realidad. Ni existía intención en las manos de Óscar ni Luis García derribó a Francisco en su salida. Teixeira, sin embargo, señaló los 11 metros: dos penaltis, dos expulsiones y dos goles del Alba que volteó el tanto inicial de Óscar.

El Zaragoza se encontró al cuarto de hora con un panorama ideal. Se adelantó tras un error de marcaje del Albacete en un saque de esquina y durmió luego la pelota en el centro del campo. Movilla, Zapater y Savio se encargaron de ello y Galletti mantuvo la tensión en el ataque con varios disparos lejanos. Enfrente, el Albacete era un rival de mantequilla, sin profundidad con el balón ni capacidad para pinchar en el área. Lo intentó por una y otra banda Peralta, un uruguayo de 22 años cedido por el Inter del que el Albacete repartió unos vídeos en su presentación porque casi nadie le conocía. Tampoco mejoró el panorama, que seguía gris para su equipo. Mucho marear el balón, sí, pero, a la hora de inventar cerca de la portería, nada. Ahí morían todos sus ataques para suerte de Luis García, muy tranquilo todo el primer tiempo. La imprecisión se apoderó del Albacete, silbado por su público, y Rubén a punto estuvo de conceder el segundo gol a Savio tras otro error defensivo. El brasileño estuvo muy lento en su arrancada y perdonó la posible sentencia.

Una decisión del árbitro al minuto y medio de la segunda parte transformó el encuentro. Teixeira vio mano en el área, expulsó a Óscar y Pacheco empató. El partido era ya otro, roto como estaba, pero el juego no varió en demasía pese a que el Alba se lanzó arriba con la entrada de Mark González y Mikel. El Zaragoza mantuvo sus dos líneas de cuatro jugadores cerca de su portería y abandonó a Villa en el ataque. El delantero no pudo escoger peor tarde para celebrar su primera convocatoria con la selección. Apenas entró en juego, no tuvo ninguna ocasión decente de gol y, para colmo, vio una tarjeta amarilla por un codazo a Rubén que le impedirá jugar contra el Barça.

El empate contentaba a ambos cuando Francisco simuló un penalti que desató el escándalo. Lo marcó Pacheco y el Zaragoza se echó al cuello del árbitro, que, además, expulsó a Luis García. El equipo de Muñoz había mantenido el resultado sin más pretensiones y acabó ahogado ante un rival limitado, pero peleón. Respira el Alba y engorda su pésima racha fuera de casa el Zaragoza: sólo ha ganado un partido en doce salidas, en Riazor.