La Cubana parodia la pasión por el 'famoseo' televisivo

Mamá, quiero ser famoso, la obra que La Cubana estrena hoy en el teatro Gran Vía de Madrid, refleja lo que son capaces de hacer algunas personas para conseguir llevar su vida a las televisiones y disfrutar de un momento de fama. No se trata de parodiar a los famosos de turno sino de trabajar sobre géneros como el tertuliano, la periodista rosa o los niños prodigio, contó ayer Jordi Milán, director del montaje y guionista.

Desde su fundación en 1980, La Cubana ha basado su teatro en recrear situaciones de la vida cotidiana. Su nuevo trabajo, Mamá, quiero ser famoso, podría encajar como una despiadada sátira de la televisión actual aunque los miembros de la compañía aseguran que la caja tonta sólo se utiliza en la obra como telón de fondo y que el gran protagonista del montaje es el delirio por brillar en la pantalla. La obra se representa con un formato de gala televisiva y los 10 actores van desgranando, durante casi dos horas, el estado del famoseo en nuestro país, entre canciones, risas, números de baile, mucho brillo y mucho plástico.

La cadena británica CBC TV, que retransmite el espectáculo en directo desde hace 30 años para toda Europa, en busca de nuevas caras, llega a España, "la reserva espiritual del famoseo". Los espectadores interpretan el papel de público televisivo, pero no se verá comprometido a intervenir, como en otras representaciones de esta compañía. "Es el espectáculo menos participativo de todos los que hemos hecho", advirtió Jordi Milán. Lo contrario de los periodistas que ayer acudieron a la presentación de la obra y que formaron parte de un improvisado y divertido casting televisivo. Tras la representación periodística, Milán explicó que hace unos años era impensable ver y oír lo que ahora contemplamos cada noche en las distintas cadenas de televisión. "Del respeto y del pudor por la televisión hemos pasado al todo vale y al ja, ja, ja. A veces nos quejamos pero también es cierto que seguimos apretando el botón del mando a distancia", añadió el director.

Sin embargo, Mamá, quiero ser famoso no es una obra en la que el espectador vaya a encontrarse con las caras más conocidas del petardeo televisivo del momento, sino que se recrean estereotipos como el del periodista tertuliano, el famoso que dejó de serlo hace 30 años pero sigue apareciendo en pantalla con cualquier pretexto, los ex niños prodigio o los periodistas de los programas del corazón.

Mamá, quiero ser famoso llega a Madrid rodada. Se estrenó en noviembre de 2003 en Alicante y a partir de ahí iniciaron una gira por varias ciudades hasta completar un total de 250 representaciones y ser vista ya por cerca de 200.000 espectadores. La Cubana, que no actuaba en Madrid desde 1996, año en que representaron Cegada de amor, piensa mantenerse en la cartelera madrileña casi dos meses. El grupo tiene previsto representar después la obra en Barcelona, la ciudad donde habitualmente estrenan sus nuevas producciones.

25º aniversario

La Cubana, que este año cumple su 25º aniversario como compañía teatral, no tiene previsto celebrar ningún acto especial con este motivo. "Siempre te muestras más partidario del último espectáculo, pero me gustan todas las obras que hemos representado a lo largo de los años. No podría elegir ninguna", añadió Milán, quien ya trabaja en una adaptación en inglés de Cegada de amor, una de sus obras más populares -más de un millón de espectadores-, para el Festival de Edimburgo.