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Montoya, impulsor del Caldas, tiroteado en un atraco

El técnico que hizo campeón de América al modesto equipo colombiano, en estado crítico

Luis Fernando Montoya, el técnico que llevó al modesto club colombiano Once Caldas a la conquista de la Copa Libertadores de América y que este mismo mes sólo perdió por penaltis la Intercontinental frente al Oporto, se hallaba anoche en estado crítico tras recibir dos balazos al enfrentarse a unos delincuentes que asaltaban a su esposa. De sobrevivir, quedaría tetrapléjico al haber resultado dañada de forma irreversible su columna vertebral.

"Luis Fernando Montoya tiene una lesión medular entre la tercera vértebra cervical y la cuarta, lo que implica que la médula perdió toda su función a ese nivel y se confirma que su estado tetrapléjico es irreversible", aseguró el neurocirujano Ignacio González, de la clínica Las Américas, de Medellín -antes fue estabilizado en un centro sanitario de Caldas-, después de una operación de tres horas. Los disparos, en el cuello y el tórax, también afectaron a "los músculos de la respiración".

La rápida reacción policial permitió la detención de los presuntos malhechores, dos hombres y dos mujeres, en un control a las afueras de Caldas, en el distrito de Antioquía. El general Alberto Ruiz dijo que ellos fueron quienes dispararon a Montoya, de 47 años, con un revólver después de seguir a su esposa, Adriana Herrera, que había sacado unos 3.000 dólares de un cajero automático, con la intención de robarla. "El conflicto se suscitó al penetrar los individuos en la vivienda [de los Montoya] detrás de la mujer. Al percatarse de lo que ocurría, él forcejeó con ambos para defenderla y se produjeron los disparos", explicó.

Otro general, Rubén Carrillo, aclaró el modus operandi seguido por los criminales: "Las dos mujeres iban en un coche, en el que llevaban el arma. Cuando consideraron que habían llegado a un lugar en el que actuar, se la entregaron a sus compañeros, que las acompañaban en una moto. No hay duda, ellos son los culpables".

Toda Colombia expresó su indignación por lo sucedido. El presidente del país, Álvaro Uribe, calificó de "tragedia nacional" el ataque sufrido por Montoya. "El Once Caldas es un equipo producto de su disciplina, de su austeridad, de su ética... Me duele mucho lo que le ha sucedido", declaró. "Lamentable. Es increíble que estas cosas sigan ocurriendo", añadió Jairo Quintero, el presidente del club de fútbol, que recordó que Montoya ya fue víctima de un atraco en Medellín hace unos tres meses. "Es un golpe para el fútbol", expresó, lloroso, Darío Vélez, ayudante de Montoya. Francisco Maturana, ex seleccionador nacional, apuntó que la agresión a su colega deriva de los males que atraviesa Colombia: "Es parte de la descomposición social que padecemos. Tenemos que comprometernos más con el país".

Luis Fernando Montoya (Medellín, 1957) destacó primero como técnico en el Atlético Nacional y entre 2003 y hasta hace pocos días, dirigió al Once Caldas, con el que ganó su segunda Liga tras pasarse 53 años en blanco. Gracias a su elaborado sistema defensivo, Montoya y sus muchachos se alzaron contra pronóstico con la Copa Libertadores frente al Boca Juniors y disputaron este mismo mes, en Tokio, la Intercontinental, en la que cayeron por penaltis (7-8) frente al Oporto. Fue entonces precisamente cuando Montoya anunció que se iba a tomar un año sabático para dedicarlo a su familia y "a ver fútbol tanto en España como en México".

La lista de deportistas colombianos golpeados por la violencia es cuantiosa. El caso más reciente fue el de Albeiro El Palomo Usuriaga, recordado por su brillante paso por el Atlético Nacional y el Independiente, argentino, y que fue asesinado en Cali el pasado 11 de febrero. Usuriaga, que tenía 37 años, habría sido testigo de un asesinato y sus autores optaron por matarlo para que no los delatase.

El crimen más sonado fue el del defensa central Andrés Escobar el 2 de julio de 1994, a los dos días de su regreso de la Copa del Mundo de Estados Unidos. Fue ejecutado a la salida de un bar en Medellín por unos individuos que le responsabilizaron de la eliminación de la selección nacional por el gol que se marcó en propia puerta contra la anfitriona del torneo.

Otros futbolistas asesinados fueron Omar Cañas, en 1993; Arley Rodríguez y Felipe Pérez, en 1996; Juan Guillermo Villa, en 1999; Norberto Cadavid, en 2001, y Jairo Calanche Zulbarán, en 2002.

Luis Fernando Montoya, durante un entrenamiento.
Luis Fernando Montoya, durante un entrenamiento.ASSOCIATED PRESS

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