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Detenidas cuatro chicas por apalear a un vigilante en una estación de tren

Otro trabajador del metro y dos agentes también fueron agredidos

Cuatro jóvenes, tres de 18 años y una de 17, fueron detenidas el pasado domingo por haber dado una paliza a un vigilante de la estación de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) de la plaza de Catalunya, en Barcelona. El vigilante les había echado en cara que se hubieran colado en la estación. Los trabajadores del metro piden más presencia policial para reducir el número de agresiones.

Los hechos sucedieron hacia las 9.00 horas del pasado domingo, después de que las detenidas saltaran las puertas de cristal que dan acceso a la estación, de más de un metro de alto, y que se abren en cuanto el usuario valida el billete. Para saltarlas tuvieron que subirse al aparato de validación. El guardia jurado las reprendió y las hizo salir al vestíbulo.

Pero pocos minutos después, las cuatro chicas, con evidentes síntomas de estar "alteradas", según varios testigos, repitieron la operación y esta vez lograron alcanzar el andén de la vía 4, adonde se dirigió el vigilante. Tán solo llegar, las chicas le propinaron patadas y puñetazos, le arrebataron su porra, le continuaron pegando con ella e intentaron arrojarlo a puntapiés a las vías del tren, según el Cuerpo Nacional de Policía (CNP).

Alertados por los gritos, acudieron en su auxilio varios usuarios, el maquinista y el agente de estaciones, que también resultó herido. En pocos minutos llegaron dos policías, que fueron igualmente agredidos. Uno sufrió heridas leves.

Las tres jóvenes mayores de edad (Rocío P. G., Laura M. L. y Saray Andrea F. M.), que carecen de antecedentes, fueron interrogadas en una comisaría, mientras que la menor, de 17 años, fue puesta a disposición de la Fiscalía de Menores.

Agresiones excepcionales

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El vigilante de la estación de la plaza de Catalunya fue ingresado con pronóstico reservado en un hospital de Sant Cugat (Vallès Occidental), donde quedó en observación con varias policontusiones leves. Fue dado de alta dos días después.

Fuentes de los FGC aseguraron ayer que estas agresiones se producen sobre todo los fines de semana en las estaciones más céntricas, y casi siempre provocadas por la ingestión de alcohol o estupefacientes. En todo caso, son "excepcionales", según las mismas fuentes.

Un portavoz de los trabajadores negó que los ataques fueran esporádicos. "Hay uno cada semana", dijo este representante, que pidió mayor presencia policial.

Debajo de la fuente de la plaza de Catalunya está la comisaría del metro del CNP, lo que permitió la rápida llegada de los agentes al lugar de la agresión del domingo. La policía patrulla de paisano por el interior del metro para luchar sobre todo contra los hurtos, protagonizados en su mayor parte por carteristas, pero carece de competencia para detener a los usuarios que no pagan su billete.

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