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El Gobierno catalán propone dividir Cataluña en siete 'provincias'

Cataluña ya no se dividirá administrativamente en cuatro provincias, sino en siete, aunque su denominación oficial será la de veguerías. El Consell Executiu de ayer examinó el documento sobre la nueva organización territorial de Cataluña, coordinado por el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, que prevé la sustitución de las actuales provincias por siete veguerías (Barcelona, Cataluña Central, Camp de Tarragona, Girona, Lleida, Terres de l'Ebre y Alt Pirineu). Esta nueva división no será efectiva en los comicios al Congreso y al Senado al mantenerse las actuales cuatro provincias como circunscripciones electorales y el mismo número de diputados y senadores.

El documento ha tenido mejor suerte que el proyecto de ley electoral y mucho más que el frustrado y polémico informe Roca. Ayer, en la reunión del Consell Executiu -cuando se cumplía el primer aniversario del Pacto del Tinell-, no se oyeron voces discrepantes, sino tan sólo matices al proyecto. Este éxito ha sido posible gracias a que el informe ha salido de la mano de tres consejeros de los tres partidos que integran el Gobierno: el ecosocialista Joan Saura, de Relaciones Institucionales; el republicano Joan Carretero, de Gobernación, y el socialista Joaquim Nadal, de Política Territorial.

El proyecto gubernamental propone sustituir el actual nivel administrativo provincial y adecuarlo a la realidad social y ciudadana de Cataluña. Las siete veguerías asumirán las competencias de las actuales diputaciones para así cumplir las sentencias del Tribunal Constitucional que obligan a mantener estos organismos provinciales y respetar el artículo 141.2 de la Constitución. No obstante, este artículo no cita ni el número ni el nombre de este tipo de entidades.

Como una reforma de este calado debe llevarse a cabo mediante una ley orgánica, el Gobierno quiere introducir esta nueva división territorial en el futuro Estatuto. El Ejecutivo no esconde que puede tener dificultades para su ratificación por el Congreso, aunque el Partido Popular catalán se ha manifestado a favor de una división de Cataluña en veguerías.

En un primer momento, el Gobierno quiere adecuar su estructura organizativa a la nueva división provincial. Es decir, cada veguería tendrá un delegado de la Generalitat y las correspondientes oficinas de cada departamento. Para el futuro, el tripartito pretende que también la Administración central se acomode a esta nueva división.

El proyecto mantiene el actual número de comarcas de Cataluña, aunque deja la puerta abierta a su ampliación después de mantener consultas con ayuntamientos, diputaciones y entidades municipalistas. También se prevé el mantenimiento de los consejos comarcales, aunque estarán regidos por un consejo de alcaldes y se suprime la elecciones de consejeros en función de los resultados en los comicios municipales. El Gobierno recuperará el área metropolitana de Barcelona, integrada por 36 municipios.

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