Juan Alcorta, empresario vasco que se negó a pagar el 'impuesto revolucionario'
El empresario vasco Juan Alcorta Maíz, uno de los primeros que se negó públicamente a pagar la extorsiones de ETA, murió la pasada noche a los 83 años en un centro sanitario de San Sebastián,
Juan Alcorta, nacido en San Sebastián en 1921, envió en 1980 una carta abierta a ETA en la que se negaba a pagar el denominado impuesto revolucionario, y su postura recibió el apoyo del Ayuntamiento de San Sebastián y de otros sectores de la sociedad vasca. Le llegaron a llamar "el hombre de la dignidad". Pese a esta situación, en su entorno familiar existían vínculos con ETA.
Posteriormente, el empresario guipuzcoano continuó acudiendo a actos públicos y realizando su actividad normal. En junio de 1980, durante un viaje que tuvo que realizar a Madrid, Juan Alcorta durmió en casa de su amigo Felipe González, entonces secretario general del PSOE, varias noches para evitar un posible atentado del que había sido alertado por los servicios de información de la policía.
Trabajó desde joven en el negocio familiar de aceites y vinos, y a los 23 años fue nombrado presidente del Gremio de Almacenistas de Aceite de Guipúzcoa, del que en 1955 nació Koipe, empresa de la que fue su primer gerente. Cuatro años más tarde puso en marcha la factoría de vinos Savin, que se inauguró en 1961. Y en el año 1975 fundó el Banco Industrial de Guipúzcoa (Bankoa). Desarrolló una actividad empresarial importante hasta junio de 1982, en que dejó su cargo como presidente de Koipe y de Savin, cuando contaba con 61 años de edad.
Tras su jubilación, fue presidente honorario de Bankoa y de Savin (que desde enero de 1990 se llama Bodegas y Bebidas). El Consejo de Ministros del 30 de marzo de 1994 le concedió la Gran Cruz del Mérito Agrícola. Juan Alcorta estaba casado, tenía siete hijos.-
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