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Zapatero llevará a la comisión del 11-M el pacto contra el terrorismo internacional

El presidente del Gobierno quiere extender este modelo de acuerdo a la UE

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno quiere poner en marcha un pacto contra el terrorismo internacional, que intentará trasladar luego a la Unión Europea. Su propósito es que participen en él todos los partidos democráticos, según los promotores de la iniciativa, Alfredo Pérez Rubalcaba y Diego López Garrido, dirigentes del Grupo Parlamentario Socialista e interlocutores con el PP en el Pacto Antiterrorista contra ETA. A esa oferta de acuerdo, que figurará en las conclusiones del PSOE sobre la investigación del 11-M, se referirá el próximo lunes José Luis Rodríguez Zapatero en la comisión del Congreso que indaga sobre los atentados.

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La primera referencia clara a la necesidad de un nuevo pacto contra el terrorismo internacional la formuló el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, el 29 de julio ante la Comisión del 11-M, donde precisó que dicha comisión "es un lugar idóneo para comenzar a forjar una actuación de todas las fuerzas políticas contra el terrorismo internacional". Allí anunció también su pretensión de que las conclusiones de la Comisión del 11-M fijen las bases del nuevo Pacto de Estado.

Rubalcaba, al proponer ese acuerdo, se hacía eco del discurso de José Luis Rodríguez Zapatero sobre el terrorismo, en el que diferencia, por su naturaleza y tratamiento, el de ETA y el internacional.

Tanto el Gobierno como el Grupo Socialista creen que el nuevo pacto antiterrorista, además de convocar a todos los partidos democráticos, debe tener vocación europea para que sea "eficaz", porque la lucha contra "el terrorismo internacional debe realizarse a escala global". Ambos estiman que las autoridades españolas, "muy legitimadas por su experiencia en la lucha contra el terrorismo etarra, primero, y, ahora, contra el terrorismo islamista, que ha dado en España su mayor golpe en Europa", deben ser punta de lanza en "extender el pacto al conjunto de Europa".

Propuesta para la UE

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La iniciativa pretende dar elementos a las autoridades españolas para que la trasladen al Parlamento Europeo, a los gobiernos y a los partidos. Tiene una base jurídica, recogida en la Constitución europea cuando proclama que todos los países tienen la obligación de apoyar al que sea atacado por el terrorismo, y cuando propone la ampliación del espacio común contra el terrorismo en materia de libertad, seguridad y justicia.

El nuevo acuerdo podría recoger, según sus promotores, elementos contenidos en el vigente contra ETA, como el rechazo a que la lucha contra el terrorismo se utilice de forma partidista y la exigencia a los terroristas de que desistan de sus pretensiones de imponer objetivos políticos por la vía de la violencia.

También podría incluir nuevas consideraciones. "El terrorismo no tiene causas que lo justifique. Los responsables de los actos terroristas son los propios terroristas. Eso es así. Pero tampoco se puede olvidar en el caso del terrorismo islamista la cobertura que le da la situación explosiva de Oriente Medio", señalan Pérez Rubalcaba y López Garrido.

En este contexto enmarcan la iniciativa de Zapatero para una Alianza de Civilizaciones, formulada por el presidente en la Asamblea de la ONU en septiembre, y que ha tenido un reciente eco en el seno de la Liga Arabe.

La intervención de Rodríguez Zapatero el próximo lunes ante la Comisión de Investigación del 11-M se referirá previsiblemente a esta cuestión. Zapatero adelantó el lunes pasado, en el Congreso, que su intervención será, ante todo, "constructiva y pensando en el futuro". La iniciativa del nuevo pacto antiterrorista encaja en ese ánimo "constructivo", según fuentes próximas al jefe del Ejecutivo.

En la misma intervención, Zapatero propondrá otras medidas, en un terreno más operativo, para afrontar con eficacia el reto del terrorismo global y evitar posibles ataques. El presidente no pretende, según su entorno, exigir responsabilidades políticas al Gobierno anterior por lo sucedido el 11-M. "Será una intervención en positivo y mirando al futuro", insisten sus colaboradores.

Rodríguez Zapatero y el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda (derecha), en Toledo.
Rodríguez Zapatero y el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda (derecha), en Toledo.BERNARDO PÉREZ

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