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Un juez avala la boda de una inmigrante porque se casó enamorada

El juzgado de Familia de Sevilla ha rechazado la nulidad del matrimonio de un sevillano con una colombiana porque varios testigos aseguraron que ella se casó enamorada y nadie demostró que lo hubiese hecho para regularizar su situación en España, como alegó el marido.

La mujer conoció a su esposo en noviembre de 2002. En mayo de 2003 comenzaron a vivir juntos. Luego hubo un lapso de unos meses en los que ella se trasladó a trabajar a Huelva y, finalmente, el 18 de diciembre de 2003 contrajeron matrimonio civil en Sevilla.

En febrero pasado, el marido presentó al juez una demanda de nulidad matrimonial porque afirmaba que, desde el mismo día en que se casaron, la ciudadana colombiana "no atendió las múltiples peticiones de vivir juntos". El juez entiende que el matrimonio se deterioró por razones ajenas al propósito de regularización. El hombre recurrirá.

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