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FÚTBOL | Liga de Campeones

Mourinho vuelve a Oporto amenazado de muerte por los ultras portugueses

José Mourinho, el entrenador del Chelsea, fue considerado un dios en Oporto. De esta forma, probablemente, le sigue viendo la mayoría de la afición del club portugués, que, bajo su mando, logró transformarse en el mejor de Europa, en el ganador de la Liga de Campeones. Sin embargo, su vuelta a la ciudad -para el partido de esta noche entre los dos equipos- está envuelta en la polémica y fue detalladamente preparada por el técnico debido al enfrentamiento que mantiene con los ultras Super Dragões, que le han amenazado de muerte.

Cuando el Oporto jugó en Londres, en la ida de la liguilla, el líder del grupo radical, Helder Mota, escupió a Mourinho, que le denunció ante la UEFA y los tribunales. Pero antes de la final de la Liga de Campeones, el pasado junio, en Alemania, ese sector de los seguidores portistas ya le habían amenazado de muerte por su supuesto acoso sexual a la esposa de Mota. Los Super Dragões han reconocido sus amenazas contra el preparador luso.

El abogado de Mourinho solicitó a la fiscalía que Mota no pueda asistir al partido de esta noche y que sea detenido durante su estancia en la ciudad del Duero. Anoche, al cierre de esta edición, se desconocía todavía la decisión de las autoridades. En cualquier caso, Mourinho también pidió a la UEFA un refuerzo del sistema de seguridad del encuentro. No obstante, la policía informó ayer de que no ha recibido ninguna petición especial por parte de UEFA o de cualquier otra entidad. Con todo, el partido ha sido calificado de "riesgo alto", lo que significa que 420 agentes se encargarán de mantener el orden dentro y fuera del estadio del Dragão, con capacidad para 50.000 espectadores, de los que 2.500 serán ingleses.

Para evitar problemas, el Chelsea ni siquiera se ha entrenado en Oporto, ciudad a la que llegó ayer por la tarde, y Mourinho no participó en la rueda de prensa previa. Su integridad física fue asegurada por la seguridad privada del cuadro londinense.

Corrupción

Victor Fernandez, el entrenador español que sustituyó a Mourinho en eñ Oporto, asume que el partido de hoy llega en "circunstancias especiales" porque el Chelsea "es un equipo que pagó bien para llevarse a los mejores jugadores del Oporto y la situación extradeportiva no es normal".

Al problema de la seguridad de Mourinho se unen los del propio presidente del Oporto con la justicia. Nuno Pinto da Costa tiene previsto declarar hoy ante un juez por sospechas de corrupción, lo que puede distraer. "Es muy importante para este club a todos los niveles, sea en la dirección, en la gestión o en la motivación del cuadro. Es un dirigente especial", comentó Fernandez.

El Oporto tiene que ganar esta noche y confiar en que el CSKA de Moscú derrote, a su vez, al París Sain Germain para pasar a la siguiente ronda de la Liga de Campeones.

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