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BMW ataca la gestión en Rover

El antiguo propietario de la firma británica acusa a sus directivos de cobrar sueldos millonarios mientras la compañía se desangra

El director de BMW en el Reino Unido, Jim O'Donnell, ha resucitado de manera repentina el viejo debate que enfrenta al llamado capitalismo anglosajón -entendido como un capitalismo sin escrúpulos en el que el beneficio económico es la única enseña- y al llamado capitalismo renano, el modelo de crecimiento económico e industrial con rostro humano, con conciencia social y ética empresarial representado históricamente por Renania, la cuna de la industria alemana.

BMW ha desenterrado el credo del capitalismo renano, muy pasado de moda desde que la caída del muro de Berlín ha dejado al mercado como único modelo eficiente, al atacar a los directivos a los que traspasó su entonces filial, la británica Rover, por el precio simbólico de 10 libras esterlinas, menos de 15 euros al cambio actual. "Creo que es una vergüenza. El consejo de Rover se paga a sí mismo más que el de BMW, si se incluyen las pensiones. Creo que ésa es la cara inaceptable del capitalismo", declaró O'Donnell en la cena anual del fabricante alemán en el Reino Unido.

John Towers, Peter Beale, John Edwards y Nick Stephenson, que formaron el consorcio Phoenix Venture Holdings para intentar el reflotamiento de Rover, y un quinto directivo se han asignado unas ganancias anuales totales equivalentes a 23 millones de euros a pesar de que Rover perdió 107 millones de euros el año pasado y 136 millones el año anterior. En comparación, la cúpula de BMW recibe menos de la mitad a pesar de que la compañía alemana consiguió obtener el año pasado unos beneficios que superaron los 3.200 millones de euros.

"BMW les dio una gran oportunidad por 10 libras", añadió el directivo de la firma alemana. "Desde el punto de vista alemán, queríamos estar seguros de que le dábamos a la compañía una oportunidad. No creo que la hayan aprovechado. Los directores han aprovechado la ocasión en su propio beneficio. Sabiendo lo que ahora sabemos, creo que Alchemy hubiera sido una alternativa mejor". Cuando BMW dejó Rover en 2000 prefirió regalar la empresa a Phoenix y reforzar el nuevo proyecto con un crédito sin intereses de 550 millones de libras (780 millones de euros) porque el otro grupo que aspiraba a la herencia, Alchemy, quería cerrar Rover y concentrarse en la división de coches deportivos, MG.

Los acusados, que en el pasado justificaron sus altos salarios en el riesgo que asumieron al intentar reflotar Rover -en realidad, cada uno de ellos invirtió una cantidad más bien simbólica de 86.000 euros- prefirieron ayer guardar silencio. "Obviamente estamos en desacuerdo con el señor O'Donnell", declaró un portavoz. "Pero ya hemos comentado este asunto ampliamente en el pasado y volver ahora a ello no haría más que azuzar el debate", añadió.

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