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El textil anuncia el cierre de 400 empresas y la pérdida de 14.500 empleos en 2004

Montilla presenta un nuevo plan de apoyo al sector hasta 2007 basado en la innovación

A dos meses de la entrada en vigor de la liberación del sector, el declive en el textil español no cesa. El Consejo Intertextil Español (CIE), la patronal, espera cerrar el año con 6.800 empresas, 400 menos que en 2003, lo que acarreará la destrucción de 14.500 empleos. De confirmarse estas cifras, 2004 sería el peor balance de los últimos cuatro años, por lo que el presidente del CIE, Amadeu Cazador, solicitó ayer al ministro de Industria, José Montilla, el apoyo del Gobierno para redimensionar el sector. Montilla anunció un nuevo plan de ayudas a la innovación hasta 2007.

Las crisis más recientes y de mayor impacto son los próximos cierres de Levi's en Girona y Soria, que acarreará el despido de 450 trabajadores, y la reestructuración de Sáez Merino (fabricante de Lois, Cimarron Caroche y Caster) en Valencia, que afecta a cerca de 550 obreros. Sin embargo, el goteo de expedientes viene siendo constante en los últimos meses, especialmente en Cataluña (Ignacio Carner, Tybor o Bonser) y la Comunidad Valenciana (D'Agostino, Ibersam o Perchados Iberia).

Las 400 empresas textiles que habrán desaparecido este año demuestra un claro declive respecto a los tres años anteriores, ya que en 2003 desaparecieron 270 firmas, 120 en 2002 y tan sólo 25 en el año 2001. El sector teme el impacto que tendrá la liberalización absoluta del sector, que tras 40 años de límites a la importación en Europa a través de cuotas, este sistema pasará a la historia el próximo 31 de diciembre, y especialmente la "brusca" irrupción, según Cazador, de China.

Ante estas previsiones, el presidente de la patronal textil reconoció que hay motivos para estar preocupado. La patronal calcula que, en dos años, la potencia asiática ha duplicado el volumen de sus exportaciones textiles a la Unión Europea y que pasará a controlar el 29% del mercado de prendas de vestir de Europa, frente al 18% actual.

Ante estos retos, el futuro del sector pasa por iniciar un proceso de concentración de las empresas, ya que están "muy atomizadas". El tamaño medio de las firmas españolas es de 36 empleados y una facturación de 1,8 millones de euros, "claramente inferior al de los países con los que competimos", recalcó ayer Cazador en la asamblea anual del Consejo.

El presidente del CIE, aprovechó la presencia del ministro José Montilla en la clausura del acto para pedirle que el Gobierno tome cartas en el asunto y apoye un proceso de redimensión del sector.

El ministro se limitó a anunciar un nuevo plan plurianual que cubrirá el periodo 2005-2007 basado en el apoyo al I+D, la renovación del producto, la potenciación de las gamas con mayor valor añadido y el objetivo de ganar nuevos mercados "tanto europeos como del resto del mundo". Pero no cuantificó la dotación presupuestaria.

Pese a los nubarrones que empañan el futuro del sector, Cazador aseguró que el escenario que reflejan las previsiones es el "menos grave" y se mostró confiado respecto a la posiblidad que esta tendencia a la baja se estabilice en 2005.

Un reciente estudio de la patronal y los sindicatos estima, sin embargo, que en el horizonte de 2010 el impacto de la liberalización se traducirá en la destrucción de 72.000 empleos (el 27% del total), además de una caída de la producción del 18%.

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