Ranieri se guarda la munición

Claudio Ranieri, que es hombre de dialécticas escurridizas como anguilas, se presentó ayer en el Bernabéu con dos bajas sustanciales en sus filas: Ayala y Vicente. Estas ausencias no le arredraron. El entrenador del Valencia hace gala de coraje cada vez que puede. Gusta de las frases trepidantes, de los sonidos que alborotan el alma, y de las decisiones que van exactamente en contra de todo aquello que dijo. Ayer, tras anunciar que al Madrid había que "machacarlo", hizo los siguientes cambios: puso a Angulo por la izquierda cuando tenía al hábil Xisco especializado en ese puesto; dejó a Pellegrino en la grada y prefirió al bisoño Navarro; y antes que alinear a Aimar, su mejor hombre, se inclinó por el exótico Sissoko. Se formó Sissoko en una misma línea con Baraja, Albelda, Angulo y Rufete, y al cabo de media hora de juego no habían conectado tres pases seguidos entre los cinco. Todo era imprecisión en el medio campo del Valencia y robar la pelota sólo servía para perderla instantáneamente. Escandalizado ante aquel espectáculo, el escurridizo Ranieri meneó la cabeza en la banda como la habría meneado un poeta ante el berrido del hombre de las cavernas.
A los siete minutos Owen adelantó al Madrid. Pero Ranieri, cruzado de brazos, envuelto en exquisita tela, aguantó el chaparrón y no mandó a calentar a Aimar hasta el descanso. Mientras el Madrid hacía cinco ocasiones claras a pesar de sus graves problemas tácticos, el Valencia no tiró ni una vez entre los tres palos. Y pereció en siete minutos.
Bastó el gol de Owen, que ya consiguió casa en Madrid y poco a poco va sacudiéndose la timidez y la aprensión. El inglés es el gran beneficiado del nuevo esquema de García Remón mientras Raúl parece el sacrificado. El capitán, sin embargo, cumplió las labores de volante izquierdo con oficio. Se quedó a defender cuando Figo se incorporó al ataque y le metió el pase del gol a Owen. El ex jugador del Liverpool fue sustituido en el segundo tiempo en medio de una ovación agradecida. El Bernabéu ya le aprecia, y eso no es poco.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Desafiando el cambio climático, la Vuelta a España 2026 se sumerge en verano en Andalucía
Sumar ultima con el PSOE la reunión para abordar la crisis y advierte del riesgo de parálisis: “Seguir así es alimentar a Vox”
Los Oscar pasarán a YouTube en todo el mundo en 2029 marcando un cambio histórico en la televisión
Detenido en México Jacobo Reyes, líder de la red de contrabando del dueño de Miss Universo
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Víctor Manuel, músico: “El capital tiene que rectificar, nunca pensé que fueran a ser tan voraces”




























































