Los cibercafés cumplen diez años en plena renovación

El primer café con conexión a Internet, Cyberia, celebra su décimo aniversario. El establecimiento abrió el 1 de septiembre de 1994, en la calle Whitfield de Londres, con la intención de dar acceso a la red por el precio de una taza de café. La idea fue de la polaca Eva Pascoe, que estudiaba su doctorado en Londres y le costaba mucho dinero hablar por teléfono con su familia. "La mayoría de mis parientes no tenían acceso y gastaba mucho dinero en llamadas. Un día, sentada en un bar, pensé que sería divertido tomar una taza de buen café mientras estaba en Internet. Lo comenté con unos amigos y no vieron dificultad en poner una conexión permanente en un bar. Tres meses después, teníamos el primer cibercafé". Este es el inicio, según la historia que recoge Yahoo.

Cyberia fue un gran éxito, atrajo a inversores, como Mick Jagger, y surgieron cibercafés por todo el mundo. El segundo en Europa fue la Ciberteca de Madrid, que abría en mayo de 1995. Un mes después, se inauguró en Barcelona el Café de Internet. Empezó entonces una explosión. Según TangaWorld, en 1995 había tres cibercafés en España, en 1996, 80, y en 1998 ya eran 150. Cataluña, Andalucía y Madrid encabezaban la lista.

Actualmente, según Yahoo, existen 20.000 cibercafés en 171 países. Los más remotos están en Tombuctú (Mali) y en un campo base del Everest.

Sin embargo, el boom del cibercafé se resintió cuando Internet se extendió en los hogares. Tras una crisis, se reimpulsó con más fuerza y -sobre todo- con más banda ancha y más juegos.

Aunque se habló de regular los cibercafés, gravándolos con impuestos como los locales de juego, la propia realidad ha ido moderando el fenómeno. Muchos han cerrado, otros se mantienen gracias a los adictos al videojuego y varias multinacionales han abierto grandes locales en ciudades más turísticas. De los pioneros, pocos quedan. La mayoría ha desaparecido, como los españoles Café de Internet y Ciberteca. El primero, Cyberia, es de una compañía surcoreana.