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Columna
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Hamburguesa

- Hamburguesa: Icono de la alimentación (la mayoría de veces de la mala alimentación) del siglo XX. Habría que preguntarse por qué la hamburguesa y no otra elaboración se ha convertido en el icono que ha hecho que millones de personas la conozcan. ¿De dónde es originaria la hamburguesa? Por su nombre, lo lógico sería que fuera de Hamburgo. Y por ahí van los tiros. Parece que fue un cocinero de Hamburgo llamado Otto Kuasw quien, a finales del siglo XIX, servía a los marineros que hacían el trayecto Hamburgo-Nueva York un filete de hamburguesa de vacuno con un huevo frito encima y entre dos panes tostados. Los marineros lo explicaron a diferentes propietarios de restaurantes en Nueva York y así fue expandiéndose el invento. En 1904, en la Feria Mundial de San Luis, Fletch Davis (Tejas, EE UU) presentó la "verdadera" hamburguesa de hoy, añadiendo al filete un poco de cebolla fresca. En 1921 abrieron la primera cadena de hamburgueserías, White Castle, en Wichita (Kansas, EE UU) y en 1931 comenzaron a congelar filetes de hamburguesa tal como lo hacen la mayoría de establecimientos de hoy.

En 1955 abrió el primer McDonald's y en

1975 Burger King abrió la primera hamburguesería americana en España. De esto ya hace casi 30 años, por lo que para los que tienen de cuarenta para abajo las hamburguesas americanas ya forman parte de su cultura. Es decir, que de esto no hace cuatro días como a veces pueda parecer. ¡Ah! Una cosa, para hacer una buena hamburguesa lo importante es que la carne sea buena, pero no sale mejor con un entrecot o un filete. Les prometo que lo he probado y es así.

- Harrods: Otro de los lugares míticos en lo referente a tiendas de comida. Fue fundada por Charles Henry Harrods en 1849 y adquirida en 1985 por el multimillonario egipcio Mohamed Al Fayed, padre del malogrado último compañero de Diana de Gales. Está situado en 87-135 Brompton Road, en el barrio londinense de Knightsbridge. En Londres es una institución al nivel de la National Gallery o del British Museum. En el suntuoso hall de estos grandes almacenes encontramos diferentes departamentos donde podemos encontrar desde la humilde patata hasta la trufa blanca, esta última a precio de diamante. Aunque no compren nada, vale la penar dar una vuelta por Harrods. Es mágico. También está bien regalarse unas ostritas y un poco de sushi, que como aperitivo no están nada mal. Si van a Londres también les aconsejo que visiten un buen restaurante indio. Allí están los mejores, fuera de su país de origen.

- Hermé, Pierre: Pastelero francés por el que siento auténtica devoción. En primer lugar, porque creo que ha sido el último revolucionario de la pastelería. Con veinte años fue jefe de pastelería del mítico Fauchon de la plaza de la Madeleine (para quien no le interese lo de los mitos, Fauchon es una de las tiendas de comida más famosas de Europa), donde permaneció durante once años. Durante esta época revolucionó el mundo de las tartas y de los pasteles; es decir, el mundo de la pastelería en general. El otro motivo de mi admiración es que es una de las personas que más me impresiona cuando come: disfruta como un cliente, lee un plato como un cocinero, analiza como un pastelero y reflexiona como raramente he visto. Es decir, sabe comer y cocinar, con lo que se convierte en uno de los mejores analistas de cocina que conozco. Ya que estamos de dulces, prepárense un papillote de melocotón para hacer a la barbacoa. Si lo de papillotte no les suena, envuelvan con cuidado, con papel de plata, varias mitades de melocotón peladas y sin hueso, sazonadas con miel, canela y vainilla. Las cuecen en la barbacoa, abren el papel con unas tijeras y va perfecto para servir con un sorbete de menta o con un helado de vainilla.

Con la colaboración de Xavier Moret

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