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Entrevista:LUIS RIU | CONSEJERO DELEGADO DE RIU

"El turismo no volverá a ser tan brillante como era"

El responsable de la cadena hotelera cree que España está cara y tiene sobreoferta

Luis Riu es un corredor de fondo. En el sentido literal y figurado del término, porque su afición es correr por la playa de Palma, su ciudad, y gestiona la empresa que lleva el nombre de su familia con un tesón que ha producido un crecimiento no espectacularmente rápido, pero sí sólido y sostenido. Pionera en la apertura de destinos al turismo español como Jamaica o Cabo Verde, Riu es ahora una cadena con 65.000 camas en 106 hoteles, una facturación de 780 millones de euros y que da empleo a 15.000 trabajadores. El año pasado invirtió 268 millones de euros con el horizonte situado en el medio y el largo plazo.

Pregunta. La de Riu es una historia de crecimiento sin prisa pero sin pausa. ¿Donde está la meta?

"Si pensamos a medio plazo no podemos olvidarnos de China. Es una asignatura que tendremos que estudiar dentro de poco"
"Hay menos ocupación y precio, así que los márgenes son más cortos. Antes, esto era un negocio muy próspero; ahora también lo es, pero menos"

Respuesta. ¿La meta? No hay meta. Lo que vamos haciendo es lo que las circunstancias nos marcan y el mercado quiere. Mientras veamos que hay negocio, allí estaremos, pero tampoco creceremos por crecer.

P. ¿Qué marca la inversión?

R. Hay países, como por ejemplo los del este de Europa, en estos momentos en los que estamos en franquicia o gestión, porque vienen marcados por la tendencia actual del cliente. Pero en otros asumimos un riesgo mayor por la cuantía de la inversión, pero vemos una rentabilidad más asegurada, como la zona del Caribe o Cabo Verde, un destino todavía muy poco maduro, pero estoy seguro de que, a futuro, destacable.

P. ¿Y España?

R. España por una parte está un poquito cara; por otra, hay muchísima oferta, y, por último, hay zonas en las que no dejan construir más. No hay muchos lugares para invertir en la construcción de nuevos hoteles, si acaso se puede comprar alguno hecho, y estaremos al tanto.

P. O sea, que no descartan España como destino para seguir creciendo.

R. Claro que no. Si más del 50% de nuestros hoteles están aquí. Lo que pasa es que ha cambiado la situación con respecto a 1999, porque hay menos ocupación y menos precio, así que los márgenes son más cortos. Antes esto era un negocio muy próspero, y ahora sigue siéndolo, pero menos.

P. ¿Cómo definiría la actual situación del sector en España?

R. Desde el año 2001 pierde ocupación y rentabilidad. Pensábamos que eso duraría sólo tres años, pero sigue cayendo y no acabamos de ver el fondo. Así que creo que no volveremos a ver un sector con unas cifras tan brillantes como antes. Esas épocas han pasado. Ahora hay que adaptarse con mejor calidad y servicios para competir con los países que nos ganan en precio. Hay que bajar precios y hay que mejorar la calidad.

P. ¿Cómo?

R. Mejorando los hoteles, introduciendo nuevas modalidades como el todo incluido, los spas y wellness, restaurantes temáticos... Tenemos que reaccionar para frenar el deterioro que estamos teniendo. Digo frenarlo porque no volveremos a la situación que teníamos antes.

P. A lo mejor recibimos menos gente pero con mayores ingresos.

R. Esto del turismo cumple la clásica pirámide. En el vértice hay pocos turistas de alto poder adquisitivo, y conforme nos acercamos a la base muchos más de menores rentas, así que tenemos que tener oferta de todo tipo. Pero toda debe ser actual, y estar muy al día. Los hoteles de tres estrellas deben seguir existiendo, pero no pueden ser como en los ochenta. Hay que someterse a un continuo reciclaje. Tenemos que invertir y obtendremos un beneficio menor, pero es que tenemos que conformarnos con mucho menos de lo que se ganaba antes.

P. ¿Hace falta renovar totalmente algunos destinos, como ha propuesto la Asociación Exceltur?

R. Sí, y un caso claro es el de aquí, el de la playa de Palma. La zona nos dio mucho y ahora debemos darla nosotros algo para hacerla revivir. Es imprescindible porque, si no, la situación nos va a pasar factura.

P. Pero si ese plan obliga a Riu, por ejemplo, a cerrar algunos hoteles ya amortizados y obsoletos para abrir a 20 kilómetros otro nuevo, ¿lo aceptaría?

R. Sí, sí. Si esa pregunta me la hubiera planteado en el año 2000 quizás hubiera contestado que no, pero ahora que ya hemos visto las garras al león pienso que es mejor que sacrifiquemos algo para conseguir algo mejor, porque si no al barco le va entrando agua.

P. La Administración se queja de que los empresarios no invirtieron lo que debían cuando les iba muy bien y ahora piden ayuda porque la cosa va mal.

R. Hombre, también ha habido quienes se han ido modernizando y poniéndose al día.

P. También se queja la Administración de que los hoteleros españoles piden ayudas pero luego se llevan a los turistas a destinos como el Caribe.

R. Es que cuando aquí ves que la cosa no marcha porque los precios están por encima de la media, una salida es encontrar destinos que soporten más gente y que se puedan abrir a mercados que tratamos poco, como el estadounidense, canadiense o latinoamericano. Y tampoco nos llevamos tantos europeos para allá. Como máximo un 40% de las ocupaciones que hay en el Caribe son de europeos, y es un mercado que antes de que se lo lleven otros, es mejor que nos lo quedemos los españoles, que tenemos el know how para hacerlo.

P. Riu es pionera en abrir mercados para los europeos. ¿Cómo deciden los nuevos destinos?

R. Estando muy al tanto de lo que el cliente quiere. Y los hay de todo tipo. Hay quien quiere un lugar idílico, otros prefieren una playa integrada en una ciudad, a otros lo que les interesa es un casino, como a los americanos... y hay que satisfacer esas necesidades. En Bahamas, por ejemplo, combinamos producto Riu con una playa integrada en una ciudad, y por la noche juego.

P. ¿Y qué hay de Asia?

R. Quise ir allí dos veces a estudiar el tema y las dos anulé el viaje. Tuve la mala suerte de que una coincidió con el 11-S y otra con la explosión de la bomba en Bali, así que se me pasaron un poco las ganas de ir allá. Pero si pensamos a medio plazo no podemos olvidarnos de China. Es una asignatura que aunque ahora no la queramos mirar no va a haber más remedio que estudiarla dentro de poco. Cuando madure más el Caribe.

P. Ustedes han introducido también el todo incluido en España. Con una oferta alternativa tan amplia, ¿cómo se deciden por esta modalidad?

R. Porque es lo que el cliente quiere. El hotel de Chiclana, que es muy grande, lo tiene y funciona muy bien. A la gente que va allí le gusta un proyecto grande, con muchos restaurantes, donde se pueda dejar a los niños a su aire. Para un mercado como el de las familias es muy adecuado.

P. ¿Cómo les ha dejado la Administración correspondiente montar ese sistema, cuando un hotel para 2.000 personas como ése puede generar mucho empleo a su alrededor?

R. Pues no somos los únicos ni los primeros. Y la Administración ¿por qué se va a meter?

P. Al secretario general de Turismo no le gusta nada el todo incluido.

R. No, no le gusta, pero es una tendencia que marcan los clientes y que los touroperadores no exigen. Si no se lo damos aquí se van a Grecia, Túnez o Bulgaria.

P. ¿Cómo afronta Riu el cambio en las costumbres de la demanda, como el mayor retraso en las reservas?

R. Uf, eso sí que es un problema, y nosotros no podemos hacer otra cosa que no sea estar listos en cualquier momento para el pico de demanda, porque la cosa cambia en cuestión de 10 días. Antes todo lo teníamos planificado de antemano y ahora es imposible. Estamos haciendo cosas que hace unos años nos parecería mentira.

P. ¿Cree que la sociedad es consciente de la importancia del turismo?

R. Creo que no, que aún no.

Luis Riu mantiene que la empresa no piensa salir a Bolsa.
Luis Riu mantiene que la empresa no piensa salir a Bolsa.

Reparto de dividendo, a petición del socio, y por primera vez

Riu ha quedado fuera de los movimientos corporativos que el turismo español ha vivido los últimos años, con varias fusiones y segregaciones de cadenas hoteleras. Sin embargo, la empresa mallorquina no prevé cambios en su accionariado, en el que está unido desde 1976 al turoperador alemán Tui.

"En primer lugar", dice Luis Riu, "porque estamos muy a gusto con nuestro socio, que no pone cortapisas a nuestra expansión. Y luego porque no hemos tenido ninguna necesidad de crecer por crecer. Otras empresas han necesitado ganar tamaño para venderse o por salir a Bolsa, pero como aquí no hemos tenido ese interés, no hemos estado en esos movimientos. A mí, el volumen o la facturación no me apasionan, me apasiona el beneficio".

P. La Bolsa parece que no le gusta.

R. Me gusta poco, porque no valora que lleves bien la empresa, sino que parezca que la llevas bien.

P. Tui ha sufrido la recesión de la economía alemana. ¿No le preocupa eso?

R. Sí, pero poco podemos hacer al respecto.

P. ¿No piensan cambiar la estructura accionarial?

R. No, no. Si acaso, repartiremos dividendos por primera vez.

P. ¿Porque quieren o porque lo pide Tui?

R. Porque lo pide el socio, claro. Por nosotros no lo repartiríamos, y lo que nos toque lo reinvirtiremos.

P. Tui no sólo se ha visto afectada por la recesión en Alemania. También sufre el cambio de costumbres del viajero, que utiliza cada vez menos los servicios de los turoperadores. ¿No le preocupa?

R. Bueno, hemos montado una central de reservas. Pero aún el porcentaje de facturación vía Internet y el call center es muy pequeño. Entre ambos sistemas no llega al 6% de la ventas. No va tan rápido el tema como se pensó. A los clientes todavía les gusta ir a las agencias, ver qué les recomiendan, tener el autobús y la guía que los recibe...

P. Los jóvenes ya entran poco en las agencias.

R. Es verdad, y estamos preparándonos para los cambios.

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