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Reportaje:

El gran negocio de los pequeños

La Feria de Valencia acoge el escaparate de un sector textil que factura 650 millones y crece a un ritmo vertiginoso

¿Cosas de niños? Feria de Valencia acoge hasta el próximo domingo el escaparate del gran negocio de la moda infantil, del vestido de los pequeños. Los datos son reveladores. Y sorprendentes en el seno de un sector que está de capa caída y que negocia ayudas oficiales para capear el peso de los costes laborales en temporadas de escasa producción.

La industria de la moda infantil facturó en España cerca de 650 millones de euros en 2003. La cifra arroja un crecimiento del volumen de negocio del 34% respecto al año anterior. Y triplica los datos de hace apenas seis años, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Productos para la Infancia, Asepri, que representa a 195 empresas y 350 marcas.

El grueso de las ventas, las tres cuartas partes, tienen como destino el mercado nacional, donde la demanda interna ha elevado el negocio por encima del 40%. Las ventas al exterior crecieron un 17% en 2003, una cifra que contrasta con la caída generalizada de ventas de productos textiles.

El ligero aumento de la natalidad en España contribuye al aumento de ventas, pero los buenos resultados no son casuales. Los productores de moda infantil han hecho los deberes, como prueba el hecho de que Italia, el país que patentó el valor añadido del diseño y la marca, sea el primer comprador europeo de moda infantil española con una cuota que supera el 30% del total de las exportaciones.

La Feria Internacional de Moda Infantil, FIMI, que debido a su carácter bianual bordea su 60 edición, congrega este año a 229 expositores nacionales y 93 extranjeros. Y ofrece algunos productos allegados a la moda infantil, como los modelos premamá o el calzado infantil, aunque ambos subsectores representan apenas un 5% del negocio de los miembros de Asepri.

Se vende diseño, marca y, en contados casos, producción doméstica. La mayoría de las grandes firmas de moda han desarrollado una gama infantil. Nombres como Adolfo Domínguez, Jesús del Pozo o Agatha Ruiz de la Prada, que ofrece gamas para niños menores de tres años, ponen de relieve la importancia económica de la ropa infantil.

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La sucesión de expositores que ofrecen trajes de primera comunión, esencialmente para niñas, descubre la faceta más conservadora y alambicada del negocio. Pero no por ello menos boyante.

Un tono clásico impera en el conjunto de la feria. Una vendedora explica cómo a los pequeños les fascina vestir ropas que parecen de mayores.

Pero la muestra ofrece algunas sorpresas refrescantes. Para grandes y pequeños. Como el expositor de Mundo Fu, una marca que se estrena en FIMI y que traslada a las camisetas y pantalones las ilustraciones que la diseñadora madrileña María Campuzano solía dibujar para libros infantiles. La colección permite llenar el armario de historias de leones con melena de margarita, gatos marcianos o saltamontes viajeros. ¿Y cómo arranca un proyecto de marca? Se ofrece diseño, se pacta con un profesional del sector asentado pero atrevido y se fabrica en China, India o Bangladesh.

Sólo las firmas más consolidadas pueden permitirse disponer de sus propias redes comerciales tanto en España como en el exterior.

Los institutos estatal y valenciano para la exportación han organizado misiones comerciales a FIMI para potenciales clientes procedentes de Francia, Reino Unido, Italia, Estados Unidos y México. Pero también se han ocupado de atraer al escaparate valenciano a posibles compradores de Rusia, Ucrania y Polonia. Treinta años de trayectoria avalan el certamen que alberga la Feria de Valencia como una cita inexcusable en el panorama internacional. Los organizadores destacan la presencia consolidada de clientes procedentes de Líbano, Arabía Saudí y otros países árabes.

El crecimiento del mercado ruso es el más significativo. Representantes de más de treinta distribuidores rusos tiene previsto visitar FIMI. Y las firmas españolas más solventes, en paralelo, ya han reservado plaza en la Collection Premier que se celebra en la segunda semana de septiembre en Moscú.

Otra cita clave para el sector de la moda infantil, que coincide en fechas con el certamen de Moscú, se celebra en la ciudad de León, en el estado mexicano de Guanajuato. La última edición del Polifórum León congregó a representantes de más de 1.500 distribuidores norteamericanos.

Los desfiles programados en FIMI incluyen a Microbio, Lilica Ripilica o Pan con Chocolate, pero las apariencias no engañan, la moda infantil no es cosa de niños.

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