_
_
_
_
_
LA DEFENSORA DEL LECTOR
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Sexo y discriminación

El domingo 20 de junio la portada de EL PAÍS nos sorprendía con una gran fotografía de la bella actriz Angelina Jolie, de paso por el Fórum de Barcelona. El titular del pie de foto, que remitía a una entrevista en páginas interiores, era La 'embajadora' Jolie apoya a los refugiados, y en él se hacía referencia a su trabajo como embajadora de buena voluntad de la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Una actividad que, decía el texto, le había cambiado la vida. ¡Cielos!, una actriz de Hollywood inteligente y comprometida con los demás seres humanos en una causa justa, además de guapísima. Sin duda, un mirlo blanco digno de portada.

Pero la entrevista, y especialmente su entradilla, donde el entrevistador hacía explícita su rendida admiración por la belleza y personalidad de la actriz, ha suscitado las quejas de algunas lectoras. Es el caso de Adriana Vázquez, la cual afirma que la primera página no tiene nada que ver con lo que nos encontramos en el interior de periódico. "Se nos vende una noticia en la que conoceremos un lado desconocido de una superconocida actriz de Hollywood, pero no es así, y nos encontramos con una entrevista completamente denigrante para la entrevistada y para el lector, puesto que lo único que aporta es el calentón del informador ante tremenda hermosura. Me esperaba una visión más real de una persona que voluntariamente está llevando a cabo un trabajo que implica un gran esfuerzo y mucha voluntad. Lo que no me esperaba en absoluto es enterarme de que a Jolie le gustan los juegos morbosillos". Vázquez apunta que, de haber sido Jolie un hombre, la entrevista hubiera sido sin duda más correcta y adaptada a las circunstancias. "Todos sabemos lo guapa que es Angelina (a mí también me gusta muchísimo), pero es una persona y no una fantasía sexual del periodista".

Por su parte, Oihana Altuna se muestra sorprendida e indignada. "Me parece increíble que un diario como éste, que se posiciona a favor de la igualdad entre mujeres y hombres, contra el machismo y el trato discriminatorio y denigrante hacia las personas en general, y las mujeres en particular, se haya pasado por alto un texto como el que aludo. Un simple ejercicio de inversión -poner un entrevistado en lugar de la entrevistada-, en el hipotético caso de que a alguien le hubiera suscitado una duda, habría bastado para evitar este texto sexista. ¿Y si hubiera habido algo que oponer a que la actriz se haya proclamado bisexual; a que, al parecer, le gusten los juegos 'morbosillos'; y a que haya dicho que es asidua a las relaciones sexuales fugaces con desconocidos, también lo habría manifestado J. Antón?". Altuna añade su sorpresa por que la entrevista fuera en portada, "pero, bueno, puestos a elegir como reclamo entre la foto de Lula da Silva y la guapísima Jolie...".

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

El periodista Jacinto Antón, autor de la entrevista, se reconoce "muy tocado" por las críticas y "horrorizado" ante la idea de que alguien piense que pueda contribuir a aumentar la violencia contra las mujeres. "Si un lector o lectora se siente ofendido por algo que he escrito, lo lamento muchísimo; jamás ha sido mi intención herir o molestar a nadie cuando escribo, así que vayan mis sinceras y completas disculpas por adelantado a esas personas. Si alguien cree que denigré a Angelina Jolie y al sexo femenino con mi entrevista, y que de alguna manera pude contribuir a extender la violencia de género, disculpas de nuevo, y las elevo a la propia actriz".

Aceptadas las sentidas disculpas de Jacinto Antón. No sabemos lo que piensa la actriz, pero sí que en ACNUR, como le consta a esta Defensora, están encantados con la entrevista. Se entiende la admiración de Antón por la actriz, ya que todo el mundo -incluidas las lectoras que protestan- reconoce su belleza. Pero parece que el "azoramiento" del periodista, expresado en el texto, le llevó a describirla (en 49 líneas de la entradilla sólo 10 hacían referencia a su papel de embajadora de Naciones Unidas) con comentarios más que discutibles. Aunque curiosamente nadie se percatara en el proceso de edición.

¿Hubiera sido igual de ser Brad Pitt el entrevistado? Sigamos la sugerencia de las lectoras y pongamos su nombre donde, en la entradilla, figuraba el de Jolie: "Hermoso hasta hacer daño, con hechuras de obra maestra de Fidias y dotado de unos ojos entre azul y gris en los que danza permanente una chispa de travesura. Brad Pitt es un hombre de los que hacen perder el hilo de la conversación. Más aún si durante la entrevista, al removerse en la butaca, se le abre la raja que lleva en el pantalón para desvelar un largo muslo que asciende y asciende como si no fuera a acabar nunca (...). Pitt va siempre precedido de su fama de sex symbol (según una encuesta, la mayoría de estadounidenses le elegiría para pasar la noche de Año Nuevo: hay que señalar ya mismo que no sólo las estadounidenses) y de sus declaraciones provocadoras: se ha proclamado bisexual, le gustan, al parecer, los juegos morbosillos y ha dicho que es asiduo a las relaciones sexuales fugaces -a lo que no hay nada que oponer-".

¿Qué opinan ustedes?

Orgullo 'gay'

Esta semana pasada se ha celebrado en todo el mundo el Día del Orgullo Gay con actos y manifestaciones en los que no han faltado las reivindicaciones y declaraciones de conocidos políticos. El PAÍS informaba de ello el domingo 27 de junio -página 29 de Sociedad- bajo el titular Miles de personas celebran en las grandes ciudades el Día del Orgullo Gay.

En la información se calificaba al alcalde-gobernador de Berlín de "homosexual confeso", lo que ha suscitado las quejas de diferentes lectores. José Antonio Fernández, de Madrid, explica: "La palabra 'confeso' aplicada a homosexual viene directamente de la criminología cuando esta ciencia se aplicaba al estudio de los actos 'homosexuales' entendidos como actos delictivos. Las expresiones 'homosexual declarado' y 'homosexual confeso' proceden de los atestados y las confesiones en causa criminal por 'actos deshonestos', 'escándalo público' u otros tipos penales ideados por un sistema de represión penal homófobo". También Gonzalo F. Serrano, de Jaén, rechaza dicha terminología, "que no debe ser utilizada, máxime en la semana en la que reivindicamos los derechos humanos de la minorías sexuales. Aunque el texto es de agencias, no exculpa al diario de la utilización inadecuada del lenguaje, algo contemplado en su Libro de estilo". En parecidos términos se quejan Leonardo Fernández y Ricardo Miño.

Sebastián Serrano, redactor jefe de Sociedad, afirma: "La desafortunada frase 'homosexual confeso' es una excepción en la línea informativa de este diario. La práctica totalidad de las informaciones que publicamos sobre acciones de gay y lesbianas están redactadas desde el mayor respeto. La periodista que redactó la noticia, sobre la base de diversos teletipos, desconoce, por edad, los términos que utilizaba despectivamente el franquismo sobre los homosexuales. Tanto ella como yo agradecemos a los lectores sus consideraciones y tomamos nota para evitar la utilización de los términos 'homosexual confeso' u 'homosexual declarado".

El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, como el no haber vivido personalmente la historia exime de su conocimiento. Menos aún del significado de las palabras. Y, aunque es cierto que el término "confeso" se usa popularmente como sinónimo de "manifiesto" o "público", según los diccionarios de la Real Academia y Julio Casares se aplica a una persona "que ha confesado su delito o culpa". Así figuraba en el teletipo de Efe, pero debió sustituirse.

Los lectores pueden escribir a la Defensora del Lector por carta o correo electrónico (defensora@elpais.es), o telefonearle al número 91 337 78 36.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_