La Universitat permite mañana observar el excepcional tránsito del planeta Venus
Desde el punto de vista astronómico, mañana es uno de esos momentos únicos: Nadie vivo ha observado el tránsito del planeta Venus y los que lo vean, no lo volverán a hacer. Este extraño fenómeno astronómico, que se produce cuando el planeta, el Sol y la Tierra se encuentran alineados, tuvo lugar en 1882 y no volverá a suceder hasta 2117. Ante tan caprichosa rareza la Universitat de València ha organizado sendas sesiones de observación para seguir el fenómeno desde el antiguo telescopio Grubb de 1909, ubicado en el edificio de Rectorado de la avenida de Blasco Ibáñez y desde el edificio Jerónimo Muñoz, del campus de Burjassot. El rector Francisco Tomás ha subrayado que con ello la Universitat pretende contribuir a divulgar la ciencia.
La asistencia al público se desarrollará desde 9.00 a 13.00 en el primero, y de 9.30 a 13.30, en el segundo. En el observatorio de Rectorado un grupo de astrónomos realizarán desde las 10.00 presentaciones a cada hora en punto. Los asistentes podrán observar el fenómeno a través de una enorme pantalla que se instalará en el edificio. Como recomendación general se aconseja no mirar al sol. El tránsito de Venus es mucho más peligroso que un eclipse. Entre las horas mencionadas, una mancha circular negra aparecerá y se desplazará sobre el disco solar, un pequeño eclipse que apenas disminuye la luz solar en un 1%. Las gafas de eclipse y los vidrios de fundición pueden resultar convenientes para mirar sólo un momento. Nunca se debe observar a través de telescopios sin filtros ópticos adecuados. Los tránsitos de Venus se utilizaron para conocer la distancia real entre el Sol y la Tierra, siendo la unidad astronómica que permitió comenzar a medir el tamaño del universo.
