"Es más fácil vencer el cáncer que el olvido"

Pregunta. De Yerma se habrán hecho unas 15.000 o 20.000 versiones. ¿Qué aporta esta última suya?

Respuesta. Yo creo que aportamos, sobre todo, una calidad grandísima de todos los componentes; mucha emoción y una dramaturgia final.

P. Lo de la calidad no es porque esté usted delante, ¿no?

R. Es que yo no lo digo por mí sola; lo digo por todo el equipo.

P. ¿Yerma tiene hoy la misma actualidad que cuando la escribió Lorca?

R. Yo creo que sí. Si no en los países muy desarrollados, en otros, donde la mujer piensa que nace para casarse y tener hijos.

P. Usted hace de Vieja Pagana, la anciana sabia. ¿Se encuentra ya en esa tesitura?

R. Ni de anciana ni de sabia. Todavía tengo un puntito ahí que no llega a ninguna de las dos cosas.

P. Ha bailado con Shoji Kojima, maestro de flamenco. ¿Los japoneses tienen una gracia que no se puede aguantar?

R. Bueno, hombre, je, je, je. Si en España hay gente que no tiene esa gracia, imagínese en Japón. Pero vamos, el caso de Shoji Kojima no está mal.

P. Dado el interés de los nipones por el flamenco, ¿cree que acabarán comiéndoles a ustedes la merienda?

R. Pues como nos descuidemos, sí. Sobre todo en centros de danza, en producir cosas. Porque tienen un poder adquisitivo muy bueno y mucho amor por el flamenco.

P. ¿El flamenco tiene color político?

R. Hasta hace poco no lo ha tenido. Pero ahora, yo creo que la gente debe saber dónde está y lo que quiere. Y los flamencos también, ¿no?

P. En las municipales del 99 fue la última (número 33) en la lista del PSOE por Sevilla. ¿No querían que saliera o se morían de optimismo?

R. No, hombre, no. Ellos saben que yo nunca me voy a meter en la política. Era un símbolo de apoyo, o de cariño.

P. Sus novios han sido siempre del mundo de la danza. ¿Entre ustedes todo eran pliés y taconeos?

R. Eso [ríe]. Es que me encanta que me digan por la noche: "¡Qué bien bailas, cariño mío!". O al revés. Decir yo: "¡Qué bien lo haces, cariño mío!". Qué bien lo haces bailando, ¿eh?

P. ¿Por qué palo ve a Manuel Chaves?

R. Como es gaditano, yo lo veo por alegrías.

P. ¿Y a Javier Arenas?

R. No lo sé. He hablado muy pocas veces con él. Y, además, no sé ni si le gusta el flamenco.

P. ¿Y a la nueva ministra de Cultura?

R. También por alegrías, éstas de Córdoba. La veo muy bien.

P. Veo que le pierde la pasión.

R. La labor que ha hecho en Andalucía me parece estupenda. La que vaya a hacer ahora en España en general, no lo sé. Pero, chiquilla, ahora mismo estamos divinamente.

P. ¿Es más fácil vencer el olvido o vencer al cáncer?

R. Creo que es más fácil vencer el cáncer. Yo hay días que no me acuerdo de que me he operado de la mama. Sin embargo, hay ciertas cosas que intento olvidarlas y no puedo. Cosas mías.

P. Desde que salió recomendando a las mujeres las revisiones ginecológicas, se incrementaron las mamografías. ¿Por qué no recomienda leer?

R. Venga: chiquillos, que hay que leer mucho. Que van a poner los libros más baratos.

P. Dice que el flamenco está hecho de tristeza, alegría y pasión. ¿Usted de qué tiene más?

R. Yo tengo un poquito de todo. Creo que soy muy pasional.

P. ¿Y de qué es capaz cuando se le sube la pasión a la peineta?

R. Pues de todo lo que me echen por delante. Aunque con reservas. Pero creo que soy bastante valiente para todo en la vida. Y una mujer con carácter.

P. Ha dicho que, después del cáncer, se enfada menos. ¿Qué le sigue irritando?

R. Las injusticias. Las torturas. La guerra. Las cosas malas que hay en la vida. He procurado ser siempre una persona honesta.

P. ¿Cómo se ve cuando deje el tacón?

R. Dedicada siempre a algo del baile: haciendo coreografías, dirigiendo o sacando a gente joven. O mirando bailar cuando se baila bien, que me encanta. Disfruto muchísimo.