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Detenida una mujer rusa en Retiro con 38 bolígrafos pistola y 99 balas

La policía cree que era 'correo' de una banda de delincuentes del Este

Jorge A. Rodríguez

La policía detuvo ayer en la calle de la Reina Cristina (distrito de Retiro) a la ciudadana rusa Marina M., de 27 años, cuando transportaba 38 bolígrafos pistola de un solo disparo y 99 cartuchos del calibre 22 RL para estas armas artesanales. Los investigadores creen que la detenida, carente de antecedentes policiales, iba a hacer una entrega a cargo de una banda de traficantes de armas rusos y albanokosovares.

La detención fue realizada por agentes del Grupo XVI de la Policía Judicial de Madrid, especializado en grupos criminales procedentes del este de Europa. Marina T. había sido seguida en las últimas semanas, lo que permitió conocer que iba a recibir una partida de bolígrafos pistola. La mujer fue abordada el martes en plena calle, cuando llevaba una bolsa en las manos. Al abrirla encontraron los 38 bolígrafos pistola - arma muy apreciada en los años ochenta por los grupos de ultraderecha- y los cartuchos del calibre 22.

Las fuentes consultadas explicaron que los bolígrafos pistola, de unos 14 centímetros de longitud, tienen una rosca en la mitad que permite abrirlo en dos mitades. Ése es el cerrojo, que da paso a la recámara del arma, donde se coloca la bala. La rosca vuelve a cerrarse y entonces puede amartillarse el arma con un pequeño émbolo lateral, que contrae el muelle al que va acoplado el percutor que debe incidir sobre el culote de la bala. En ese momento basta con apretar el clic trasero o el lateral del bolígrafo para disparar.

La fabricación, comercialización y posesión de los bolígrafos pistola está prohibida, pero se ha detectado su uso por empresarios con negocios dudosos, grupos de ultraderecha y traficantes de drogas, así como coleccionistas de armas. La policía asegura que la precisión de estas armas es escasa, pero advierte de que disparadas a corta distancia "pueden matar" y que son difíciles de identificar tanto por los arcos detectores de metal como visualmente, "debido su gran parecido con los bolígrafos normales de metal".

En 1966, el KGB, el tenebroso servicio de espionaje de la extinta URSS, aprobó un plan para asesinar al general Francisco Franco con un bolígrafo pistola en Madrid, tomando la idea de las historias de James Bond.

Ésta es la mayor incautación de bolígrafos pistola en Madrid, aunque palidece ante la desarrollada por la Guardia Civil en junio pasado en Barcelona, donde en los últimos años se han desmantelado al menos tres talleres donde se fabricaban estas armas. En la operación de junio fueron hallados 345 bolígrafos ya montados y 400 despiezados. Entre 1999 y junio de 2003 la Guardia Civil se había incautado de otras 800 armas de este tipo, todas en Cataluña.

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Los bolígrafos pistola se venden en el mercado negro a unos 200 euros cada uno, según fuentes policiales, que ayer no pudieron precisar el precio establecido en la partida incautada a la ciudadana rusa. Las investigaciones siguen abiertas para determinar la procedencia y el destino de las armas.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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