Gelabert baila la música de Shostakovich y de Cuba
La compañía de danza Gelabert-Azzopardi presenta esta noche (20.30) en el Teatro Principal de Vitoria su última producción, una apuesta por el contraste entre la tristeza del Cuarteto número 8 de Shostakovich y la alegría de la música tradicional cubana. Este programa de dos piezas (8421... y Viene regando flores desde La Habana a Morón) indaga en las complejidades del alma humana. La compañía comenzó su carrera en 1986.
Los inicios de Cesc Gelabert y Lydia Azzopardi eran más esteticistas y han ido progresando hacia cierta reflexión existencial. Desde su primer montaje, Desfigurat, basado en el Románico catalán, con música de Teo Cardalda (ex Golpes Bajos), hasta hoy, la evolución de esta pareja catalana-británica ha sido significativa. En estos 18 años han sido responsables de algunas de las mejores coreografías españolas de los últimos tiempos, como Belmonte, El jardiner o Zumzum.ka.
Ya en su penúltimo montaje, (Useless-Kinema), Gelabert y Azzopardi se abrían al enfrentamiento entre dos mundos diferentes: entonces fue la soledad del ciudadano contemporáneo y la magia del cine mudo. Ahora, la reflexión coreográfica mantiene ese diálogo y lo sitúa entre la actualidad y la nostalgia. "8421... es una obra dura, triste, que trata sobre la soledad y la muerte, como indica el título en esa sucesión decreciente de números, que son los de bailarines que se mantienen sobre el escenario", explicó ayer Cesc Gelabert en Vitoria en la presentación del montaje.
Por el contrario, Viene regando flores... supone una reivindicación de los ritmos musicales cubanos, desde el son y la guaracha más primitivos hasta el mambo y el cha-cha-chá, sin olvidar el bolero. Un aliciente añadido es el uso de música en directo, a cargo del Cuarteto Timbancó.
Este mismo programa se presentará el próximo 28 de mayo en el Teatro Barakaldo.
