_
_
_
_
Reportaje:

Tras el ADN canino

Las capitales andaluzas carecen de medios para multar a los dueños de perros que defecan en las calles

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón recordó esta semana con su proposición de hacer pruebas de ADN a las heces de los perros que no se recojan del suelo uno de los problemas que más dinero y sufrimiento cuestan a los ayuntamientos y ciudadanos: los excrementos de estos animales.

El alcalde descartó la idea porque era demasiado cara, pero piensa imponer multas de hasta 600 euros por esta infracción y dispondrá árboles pintados para que se arrimen los canes madrileños. Por ahora, las capitales andaluzas, cuyas medidas recopila este periódico, prestan más atención a la limpieza, que al control de los dueños incívicos.

- Sevilla. La ordenanza de limpieza del Ayuntamiento de Sevilla (PSOE) prevé multas de hasta 300 euros para los dueños que no recojan las deposiciones de sus perros. Según datos municipales, los canes depositan diariamente alrededor de 5.000 kilos de excrementos y constituye para las autoridades municipales uno de los principales problemas en materia de limpieza. El gobierno ha puesto en marcha varias campañas para sensibilizar a los propietarios, que están obligados a meter en bolsas los excrementos y tirarlos en una papelera o un contenedor de basuras, así como a limpiar la zona ensuciada. Sin embargo, son pocos son los que cumplen, por lo que el Ayuntamiento compró en 2001 varias motocanes, vehículos diseñados para recoger las deposiciones, aunque no dan abasto para retirar las cinco toneladas diarias.

En Málaga hay carteles con un perro con pañal junto al eslogan: "O se lo pones, o lo recoges".
En Cádiz prevén multas de hasta 900 euros por saltarse las ordenanzas de limpieza

- Málaga. El gobierno municipal (PP) ha colocado papeleras con bolsas para tirar los excrementos de los perros y ha puesto en marcha una campaña de educación canina para que los dueños de los perros recojan las defecaciones. En los carteles aparece la fotografía de un perro con un pañal y el eslogan: "O se lo pones, o lo recoges". Las ordenanzas municipales prohíben "que los animales ensucien las vías y espacios públicos" y ponen especial énfasis en los parques infantiles, jardines de uso público y aceras. Las sanciones van de 60 a 150 euros. En los últimos meses la policía local ha multado a 26 propietarios por no recoger las heces.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

- Granada. El Ayuntamiento de Granada (PP) cuenta con una patrulla ecológica que se encarga de informar a los ciudadanos de que deben recoger los excrementos de los perros. En la ciudad hay 300 pipicanes, emplazamiento donde los perros pueden hacer sus necesidades. Tras la llegada de José Torres Hurtado a la alcaldía, el nuevo equipo de gobierno puso en marcha una campaña para concienciar a los ciudadanos de la importancia de la limpieza en las calles. El Ayuntamiento no tiene una normativa específica para sancionar a los dueños de los perros y aplica las ordenanzas municipales contra la suciedad. Como novedad, pondrán en la calle antes del verano cuatro vehículos dedicados a absorber las heces del suelo.

- Almería. La ordenanza municipal de limpieza en Almería (PP) recoge que se considerará infracción grave "no proceder a la limpieza de las deyecciones de perros y otros animales". La multa asciende a 54 euros. Sin embargo, apenas se computan sanciones por este motivo. Al concejal de Mantenimiento del Ayuntamiento, Esteban Rodríguez, le sorprendió la idea de Gallardón si bien no puso objeciones en "copiarla" si funciona. "Soy partidario de cumplir las ordenanzas a rajatabla y de que los controles sean fuertes para que se cumplan. Los ciudadanos debemos tener un comportamiento perfecto para la ciudad", remachó el concejal.

- Cádiz. En los últimos años el Ayuntamiento (PP) ha instalado 30 papeleras exclusivas para excrementos de perro. Reparten anualmente medio millón de bolsas de basura especiales para los dueños de los canes entre las asociaciones de vecinos y los ciudadanos que se acercan a la delegación municipal de Medio Ambiente. Junto a estas medidas, la concejalía ha emprendido varias campañas de concienciación y educación en los colegios públicos. La policía local prevé multas de hasta 900 euros por el incumplimiento de las ordenanzas municipales de limpieza.

- Jaén. El mes pasado el alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar (PP), hizo público un bando que advertía de la incoación de expediente sancionador y la imposición de la correspondiente multa -sin precisar cuantía- a las personas que no eviten las deyecciones de sus perros en las vías públicas, jardines o paseos. "La persona que conduzca el animal vendrá obligada a la recogida y eliminación de los excrementos", advierte el bando. Un mes después de hacerse público no se conoce ninguna sanción económica. El Ayuntamiento jiennense ha vuelto a activar una moto aspiradora de excrementos caninos. En la empresa FCC Medio Ambiente, que se encarga de la limpieza viaria, admiten que haría falta una flota mayor por la "falta de sensibilidad" de los ciudadanos.

- Córdoba. El Ayuntamiento de Córdoba (IU) se limita a hacer cumplir la Ley de Protección de los Animales aprobada en el Parlamento andaluz. La policía local está pendiente de elaborar, junto al servicio de Control de Sanidad y Plagas de Sadeco -la empresa de limpieza- un plan especial de vigilancia con agentes municipales para evitar deposiciones animales en lugares no habilitados. De momento, el gobierno municipal no se plantea establecer medidas de control semejantes a las del Ayuntamiento de Madrid.

- Huelva. El Ayuntamiento (PP) estudia la viabilidad de acotar una zona en algunos parques de la capital suficientemente amplios para personas con perro. El concejal de Medio Ambiente, Felipe Arias, afirma que su partido apuesta por establecer "medidas preventivas antes que coercitivas. Hay que ofrecer facilidades a los dueños antes de multarlos". En el interior de los parques habría una zona delimitada con vallas para el perro y su dueño. Con la implantación de esta iniciativa quedaría prohibido que el dueño estuviera con su animal en un parque común. La medida se ha ideado tras comprobar que los pipicanes son insuficientes: "El perro no puede moverse y se encuentra incómodo". Además existe una ordenanza municipal que obliga a cada perro a llevar un microchip. "Ese sistema nos permite localizar al dueño del perro que hubiera defecado en la calle y estuviera suelto, por ejemplo", afirma Arias.

Información elaborada por: Juana Viúdez, Manuel Altozano, Fernando Pérez Monguió, Antonio Chaves, Ginés Donaire, Reyes Rincón, María José López Díaz y Lucía Vallellano.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_