Una vida ejemplar
Ha fallecido en Madrid, el pasado día 12, la doctora Pilar Zabala. Hematóloga, formada en la clínica Puerta de Hierro y en el Fred Hutchinson Cancer Hospital (Seattle), pionera de los transplantes de médula ósea.
Hace 11 años decidió que otra forma de hacer medicina era posible, quizá más necesaria, y desde entonces la practicó en el hospital de Kole, en el corazón del antiguo Zaire. Casi todos los años regresaba unas semanas y procuraba cubrir los aspectos que faltaban en su formación: se fue haciendo ginecóloga, radióloga, cirujana, analista.
Sus viajes de vuelta, vía Bruselas, hasta Goma o Kinshasa, después aguas arriba por el río Lokeñye, cargada con lo que conseguía obtener de nuestro primer mundo, regalos de amigos o donaciones de instituciones particulares: una vieja cubeta de electroforesis, un modesto ecógrafo, un sistema MilliRO. Cómo preparar suero glucosado en una región sin agua potable ni red eléctrica. Una vida ejemplar, truncada por una larga y cruel enfermedad. Falleció en nuestro hospital, su casa de siempre, con una indesmayable entereza, ante nuestro ánimo menguante. Descanse en paz, por la que tanto hizo.