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Bruselas ultima un acuerdo de libre comercio con el bloque económico Mercosur

El tratado, previsto para mayo, abrirá la puerta a un mercado de 220 millones de habitantes

Las negociaciones para alcanzar un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, avanzan hacia su fase final. Bruselas asegura que el tratado, que abrirá la puerta de un mercado de 220 millones de habitantes, estará listo para ser presentado en la cumbre UE- América Latina, que se celebrará en Guadalajara (México) a finales de mayo y principios de junio. Brasil, uno de los negociadores más duros de contentar, también confía en que la cumbre será el escenario en el que se cerrará el tratado.

El camino para un acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, que posee un PIB de 890.000 millones de dólares, fue despejado esta semana de un plumazo. La firma entre Mercosur y los países del otro bloque económico suramericano, la Comunidad Andina (Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú y Bolivia), que se cerró el martes, era una de las piezas que faltaban para componer el rompecabezas que supone un tratado con la Unión Europea.

La UE, que había demandado un mayor nivel de integración regional antes de cerrar cualquier acuerdo, ha recibido la noticia como una nueva señal de que Mercosur está cumpliendo con su objetivo de unificación comercial en la zona. La Comunidad Andina (CAN), por su parte, ya ha empezado a preparar el terreno para sentarse a la mesa de negociación con la UE y poder sellar un tratado de libre comercio.

Bruselas se coloca así delante de Washington en la carrera por firmar pactos comerciales con Latinoamérica. El tratado entre Mercosur y la CAN le da un portazo a la pretensión estadounidense de adelantar las conversaciones sobre el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que avanza a cuentagotas, ya que la unificación de los mercados suramericanos complica la estrategia de Washington de negociar país por país.

"Las negociaciones con Mercosur van por buen camino", explica Arancha González, portavoz del comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy. El próximo 15 de abril, las partes presentarán sus ofertas definitivas para cerrar el acuerdo de libre comercio, que, una vez estudiadas las propuestas, se discutirán a principios de mayo en una reunión en Bruselas. Si todo va de acuerdo al programa, se espera poder anunciar el pacto en la cumbre de Guadalajara. Tras este anuncio, la firma del acuerdo se prevé para octubre. Si se logra, el tratado supondrá un broche de oro para la gestión de Pascal Lamy, cuyo mandato finaliza un mes después, en noviembre. "El 15 se verá la verdadera voluntad de las partes", asegura la portavoz de Lamy. "Desde la UE somos muy optimistas, creemos que hay mucha voluntad política", añade.

Fuentes cercanas a las negociaciones en ambos lados de la mesa han señalado la victoria del PSOE en las elecciones españolas como un hecho clave para el futuro del acuerdo. "El elemento afectivo es crucial en una negociación", comenta una fuente de la delegación argentina, y "la mayor parte de los gobiernos latinoamericanos se siente más cerca del nuevo Gobierno español. España es muy importante como país de enlace entre América Latina y la UE", agrega.

Como clave para que se firme el acuerdo, Bruselas ha asegurado estar dispuesta a dar un tratamiento preferente y privilegiado en el apartado agrícola de Mercosur, uno de los temas más problemáticos a la hora de negociar. Del otro lado del Atlántico, Brasil tiene una de las principales llaves para lograr que se abran las puertas a los flujos comerciales entre los dos continentes. El país suramericano se ha mostrado reacio en el tema de las concesiones de compras públicas, y tendrá que encontrar un equilibrio entre su objetivo de mantener una política industrial propia con dejar un espacio para la empresas de la UE. Pese a estos baches, el ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim, declaró el martes pasado que "el acuerdo con la UE estará listo para anunciarse en Guadalajara y para ser sellado en octubre".

Comunidad Andina

La CAN, aunque todavía no se encuentra tan cerca de un acuerdo con la UE como Mercosur, ha servido para impulsar las conversaciones entre ambos bandos y ahora espera sentarse a negociar con Bruselas. La Comunidad Andina, con un PIB de 300.000 millones dólares y 120 millones de habitantes, también supone un mercado apetecible para la UE, pero Pascual Lamy insiste en que el bloque económico tiene que profundizar en su proceso de integración.

Aun así, la UE aplaudió los esfuerzos de unificación de la región durante la visita del martes pasado de Allen Wagner, secretario general de la Comunidad Andina, a Bruselas. Wagner, por su parte, aseguró que estaban preparados para presentar sus propuestas para el arranque de las negociaciones.

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