_
_
_
_
Tribuna:AUTOMOVILISMO | Gran Premio de Malaisia de fórmula 1
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El Michael que yo conozco

Nadie va a descubrir ahora a Michael Schumacher. Sus seis títulos mundiales de F-1 y el dominio que ejerce en los últimos años le avalan, probablemente, como el mejor piloto de la historia. Sin embargo, puede que algunos se pregunten cómo es posible que a sus 35 años siga manteniendo la misma motivación que tenía a los 22, cuando entró en el equipo Benetton que yo dirigía en aquellos momentos.

Le fichamos cuando le vimos en su debut en la F-1 de la mano de Jordan, en Spa en 1991. Afrontamos varios problemas, porque se lo robamos a Jordan y, además, le hicimos debutar una carrera más tarde, en Monza, en detrimento del brasileño Roberto Moreno, nuestro segundo piloto. Nos convenció desde que probó el Benetton en Silverstone y, en sólo cinco vueltas, mejoró en medio segundo el tiempo de nuestro primer piloto, Nelson Piquet. Pero estuvimos luchando en los tribunales y en los despachos para que pudiera correr en Italia, porque una demanda de Moreno por incumplimiento de contrato nos dejó precintados nuestros talleres sin poder tocar los coches. Acabó quinto.

Más información
El triunfo de Bridgestone

Su carrera fue meteórica. Crecimos juntos, cometiendo muchos errores, porque también él pagó el peaje. Pero con dos virtudes fundamentales que arrastra desde sus inicios: su gran preocupación por mantener una excelente condición física y su ansia por aprender. Sólo debías decirle las cosas una vez porque sabía escuchar.

Hay detalles que le califican. Su preocupación por conocer el reglamento y agotar hasta sus últimos resortes, tal como hizo el año pasado en Hockenkeim, donde salió de la pista pero no paró el motor y esperó a que le empujaran para volver a la carrera y sumar dos puntos que casi le valieron el título. Y el hecho de buscar cómo mejorar constantemente. Él y Ayrton Senna fueron los primeros que estudiaron a fondo la forma de entrar y salir más rápido de los boxes en los avituallamientos para ganar segundos. En más de una ocasión le había visto ir lento en el warm up -entreno previo a la carrera-, tras marcar una pole position. "¿Por qué?", le preguntaba. "Porque no busco un buen tiempo sino estudiar la pista", decía. "Encontrar el lugar para adelantar, las zonas con más goma enganchada, los puntos peligrosos".

Senna tal vez tenía más talento natural, pero mientras él acababa los grandes premios destrozado, Michael salía del coche tan fresco. Como ahora, tal como se demostró en Sepang. Si Michael sigue ganando es porque es el mejor, el que mejor se prepara, el más cerebral y el que cuenta con el mejor coche y ayer también con los mejores neumáticos. Pero si no tuviera todo eso ya se habría retirado, seguro.

Joan Villadelprat fue director de las escuderías Benetton y Prost y jefe de mecánicos de Ferrari.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_