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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un billete de vida

Cuenta Jenny Diski (Londres, 1947) que cuando era adolescente le gustaba recorrer una y otra vez la Circle Line. Esa línea de metro londinense describía un círculo que se cerraba de tal modo que ella subía al vagón en Notting Hill Gate, viajaba durante todo el día por una circunferencia que guardaba el corazón de Londres, y al llegar el anochecer bajaba en el punto de partida. Con aquellos viajes Diski intentaba huir del hogar familiar y el recorrido en carrusel le permitía abandonarse a la lectura. En su madurez, otra Circle Line le aguardaba, una gigante línea de ferrocarril le permitiría recorrer el perímetro de Norteamérica. Fueron dos los viajes que la llevaron a perfilar el contorno de un territorio vasto, monótono y extraño como el océano. Entre otras estaciones estuvo Nueva York, Chicago, después Sacramento y Denver, y otra vez Nueva York. Antes, Nueva Orleans y Phoenix.

EXTRAÑA EN UN TREN

Jenny Diski

Traducción de Gian Castelli

Circe. Barcelona, 2003

334 páginas. 18 euros

No es intención de Jenny Diski en Extraña en un tren (premiado con el Thomas Cook Travel y el J. R. Ackerley) escribir un libro de viajes al uso, pues la autora no se acerca al territorio que visita, sólo le nombra. El destino de su escritura se encuentra en el propio tren, su casa durante el trayecto, el lugar de su ensimismamiento. "Viajar sin propósito determinado es en sí un acto de determinación", dice Diski, una mujer confesa y seducida por la soledad, que viaja en busca de nada. "La respuesta yo sola era la más cercana que podía imaginar a la pregunta de dónde debo estar". Por eso a Diski no la deslumbrarán las ofertas del paisaje, ni las reflexiones sobre sí misma, aunque la memoria embista y se desplace hasta el presente y ocupe asiento en los vagones que Diski habita. La autora de Mi hermano Stanley (también en Circe) dejará que los demás hablen. Los demás son los pasajeros del tren, protagonistas ocasionales de una realidad que desbanca a la ficción. El reino de Diski es el propio tren. También su hoja en blanco.

En Diski se hace imprescindible conocer su condición de fumadora (en inglés se subtitula Daydreaming and Smoking around America with Interruptions), pues la adicción al tabaco la señala, en el nuevo orden, como apestada. Por eso en los compartimentos de fumadores, Diski descubrirá un sentimiento gregario. "La adicción a la nicotina y el placer de encender un cigarrillo se convertían en un sistema tan bueno como cualquier otro de hablar de la relación que te une a un lugar y sus gentes".

Obvia Diski la descripción de los paisajes, el lector lee y se pregunta el porqué y ella advirtiéndolo mira hacia la ventanilla, donde no se le niega ni el cactus, ni la flor de artemisa, ni el desierto. El paisaje de América es algo "conocido, como son conocidos ciertos monólogos célebres de las obras de Shakespeare, o algunas frases de la Biblia" (...) Con un gusto por el cine que no oculta, Diski nos lleva a un rincón del trayecto que se multiplica una y otra vez a lo largo del recorrido. Ese pueblo de casas aseadas e iguales, bien alineadas, con el césped recién cortado, sin bares, sin sonidos. "Hitchcock, John Carpenter, Wes Craven y Stephen King comprenden bien este vacío, este hueco desnudo y abierto a lo más tenebroso y espectral del alma humana: el nuevo paisaje gótico; un paraíso que, con su higiénico e inhumano silencio, nos habla en susurros del infierno". He leído, he disfrutado. Extraña en un tren es un libro estupendo.

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