El negocio de la defensa
El presupuesto de 2,4 billones de dólares diseñado por la Casa Blanca para 2005 tiene unos ganadores indiscutibles: las corporaciones que integran la industria de la defensa. Las grandes compañías que suministran material militar al Pentágono, como Boeing, Northrop Grumman, Orbital Science, Lockheed Martin o InVision, se beneficiarán el año próximo de una importante fuente de ingresos mientras el resto de los sectores están más preocupados por los futuros movimientos en los tipos.
El nivel de gasto militar en EE UU se encuentra ya a los niveles de la guerra fría y seguirá creciendo mientras Bush sea el inquilino de la Casa Blanca. Bajo su mandato, el presupuesto de defensa ha crecido un 20%. Aunque todavía no llega al 22% de su padre ni al 27% de Ronald Regan. Todo está diseñado, como explica el propio Bush, para ganar la guerra al terror y garantizar la seguridad de los estadounidenses. Mientras, el índice Aeroespacial y de Defensa del S&P 500 creció un 30% en un año.
En total se van a destinar 402.000 millones de dólares en 2005 a la defensa y otros 30.000 millones a la seguridad nacional. El Gobierno propone que se gasten 9.200 millones de dólares en el desarrollo de nuevos misiles y 3.200 millones para la construcción de nuevos vehículos de combate. El Pentágono contará con un presupuesto de 74.900 millones para la adquisición de nuevas armas y otros 69.000 millones en I+D.
